El mirlo estaba asombrado ¿dónde están las miguitas que todos los días encontraba en el pino grande? ¿Y los malditos perros que se abalanzan sobre él, cuando salen a pasear?

Comenzó un canto preguntando a las demás aves de la zona ¿Sabéis que pasa? ¿Porqué está el aire tan limpio? ¿Y los humanos, donde andan?

Todos contestaron lo mismo «Ni idea»

El mirlo oteó el horizonte y emprendió el vuelo, había que aprovechar las circunstancias.

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