Migración Literaria

Migración Literaria

«Se nos ocurren pocos temas más abarcadores y omnipresentes que el de las migraciones…», así empezaba esta vez una nueva Convocatoria. Una más. Otra oportunidad de escribir una historia, de publicarla, de recibir comentarios de amigos, de gente reunida en un Club guiados por una misma afición; el amor por las letras. No había esperanza de lograr un premio, ni siquiera de obtener un reconocimiento. Eso, hacía ya mucho tiempo que no era un motivador, al menos aquí, para eso estaban otro sitios, mas abiertos, más justos.

Habíamos aprendido mucho, no cabía duda, y conocido mucha gente valiosa; hecho nuevos amigos. Eso era lo realmente importante. Pero era hora de cambiar, de migrar. Sin embargo, era necesario convencerse antes que la hora había llegado, pues una vez tomada la decisión, no había vuelta atrás. No parecía una decisión fácil; tres años habían ya transcurrido y existía aún la posibilidad de lograr un cambio de mentalidad (pensamiento iluso).

Se decidió, entonces, tirar un anzuelo y ver que pez caía. Un análisis prístino tenía que realizarse, sopesando logros y fracasos. Debían cuidarse mucho las formas y las palabras, Tratar de no caer en provocaciones, de no mentir ni cambiar palabras; solo decir la verdad, aunque doliera. Tener pruebas de todo lo expuesto, en caso de que se abriera un debate, lo cual era muy poco probable. (Por fortuna se cuenta con copia de todos los comentarios publicados y recibidos).

Después de analizarlo a detalle, se envió el siguiente mensaje:

«Justo en estos día cumplo tres años de haber ingresado, con muchas ilusiones, a este Club (con mayúsculas). He aprendido mucho, no lo niego, pero sobre todo he conocido muchas personas muy valiosas, aunque también he sufrido de traición. Todos me han enseñado algo, y lo agradezco de todo corazón. Sin embargo, por parte del club he sido bloqueado y hasta expulsado por dar la razón a la envidia y la traición. Muy lamentable. Me han acusado de «querer ganar visibilidad», de ser «ruin», y más recientemente de «Hacer críticas veladas al Club», sin que acabe yo de entender qué significa todo esto. Incluso se burlaron de mí diciéndome que si «en verdad pensaba yo que podía ganar», en la Convocatoria actual deViajes encadenados (aún así estoy participando en ellas, solo por amor a las letras). Lo único que he recibido por parte de ellos fue un reconocimiento como finalista enel «III Concursode Historias de la calle», en 2018, lo cual en verdad agradezco mucho, aunque, dicho sea de paso, nunca cumplieron con la publicación de un libro electrónico incluyendo a los finalistas , como ofrecieron (ya pasaron dos años y no hay visos de que pretendan hacerlo). Todo esto me lleva al desánimo total de este Club. Me esforcé no solo por participar en todos Concursos, sino hasta de ser el primero en hacerlo, invitando a los demás (esto también me lo impidieron en una ocasión). Todo esto me lleva a no participar más en todas las Convocatorias, quizá en alguna, cuando me encuentre yo de humor para hacerlo. En la actualidad, participo en varios Concursos Internacionales de Escritura, y presento escritos en más de veinte Concursos mensuales, He recibido varios reconocimientos (en especial como A BERUMEN), y ninguno de ellos se ha quedado en promesa. Sé que es muy posible que censuren este comentario, como suelen hacerlo, pues los publican y desaparecen a su antojo, lo cual es muy penoso, sobre todo tratándose de un Club de Escritura. De ser así, solo me demostrarán que tengo la razón en lo aquí expuesto. Agradezco a todos los que me ha leído y comentado aquí, y a quien desee seguirme, puede hacerlo por mi página de Facebook, donde publico la mayoría de mis trabajos.Les deseo mucha suerte y les mando un abrazo a cada uno, incluyendo a los administradores de este club.»

La respuesta no tardó en llegar; el comentario fue borrado inmediatamente, matando toda posibilidad de diálogo. Un segundo intento, terminó en bloqueo, por desgracia.

Pero no pasa nada, todo en esta vida tiene su ciclo, y hay que aprender a llevarse solo las cosas buenas de cada lugar, y pienso que fueron muchas.

Ahora hay que migrar de plataforma. No se trata de tirarse al mar desde una tabla, hay muchos salvavidas disponibles, y cosas nuevas vendrán; nuevos amigos, nuevo aprendizaje, mucha ilusión por delante. Y muchas ganas de seguir haciendo lo que lo apasiona a uno: escribir.

En el océano de la vida nos volveremos a encontrar los que decidamos seguir en el viaje, aunque provengamos de distinta barca. A los demás, solo resta desearles un feliz viaje, esperando hayan elegido el barco correcto.

jajesusfelixg@hotmail.com

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