El veintidós ya es historia. Por obra y gracia del Servicio de Estadística del Ayuntamiento de nuestra amada ciudad, hemos realizado una hazaña al alcance de muy pocos: viajar sin tener que movernos del sitio. Así, según consta en el Padrón Municipal, llevamos varios meses ―desde su última actualización― viviendo en el número 28 de la calle. Por supuesto un viaje como este, tan singular, conlleva algunos inconvenientes: las cartas no llegan a su destino, el médico no acude a nuestros avisos, algunos amigos han dejado de visitarnos… Y lo peor de todo: ni siquiera tuvimos tiempo de despedirnos.

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