El día más oscuro

El día más oscuro

Francesco

26/02/2020

Siempre se habla de luz para hablar de la vida, siempre se ha relacionado la luz con la vida y la alegría, mientras que la oscuridad siempre ha sido el tema de la muerte, su símbolo. Pero la muerte ha sido relacionada a la luz también, la luz al final del túnel, el último destello que avisa nuestra despedida del mundo, es irónico, porque pasamos gran parte del día sumidos en ambas, y ambas pueden ser descritas dentro del seno de la vida o de la muerte, pasamos gran parte de nuestra vida con los ojos cerrados, y siempre que hay desesperanza o algo relacionado al fin, será con los ojos cerrados, cuando sentimos miedo lo único que deseamos es abrir nuestros ojos, cuando estamos en una pesadilla es lo único que deseamos, abrir los ojos y escapar de la oscuridad, pero también olvidamos que es en la oscuridad, en los ojos cerrados cuando más apreciamos la vida, cuando más la valoramos, cuando nos estamos ahogando empieza la oscuridad y lo único que deseamos es la luz, será agobiante ver una luz al morir cuando lo único que queríamos era escapar de la oscuridad quizás, las respuestas y las preguntas, los deseos y nuestros sueños, siempre han sido imaginados a ojos cerrados, durante un beso, durante muchos momentos de nuestra vida está presente la oscuridad y quién lo diría, durante la muerte está presente la luz para dar con una eternidad de oscuridad, y antes de nacer solo vemos oscuridad para dar paso a una vida de luz, la luz siempre ha tenido un límite de tiempo, siempre se va a acabar, todos los soles se van a apagar y la oscuridad siempre estuvo allí, esperando a la luz para luego despedirla, lo mismo ocurre con la vida, la muerte siempre estuvo allí, y siempre llega, sin embargo, nunca la esperamos, y es aquí cuando mi corazón empieza a latir fuerte, como si quisiera escapar, cuando las lágrimas se preparan para salir y la sonrisa triste porque se va a esconder, es cuando la muerte te está esperando sin tú desearla, sin tú quererla, es una pesadilla a plena luz, es el momento más oscuro, es el día más oscuro.
Siempre he notado una gran diferencia entre el día y la noche, en todos los ámbitos, en todas las vidas, en todas las muertes… Siento que el ser humano y todo su sentir podría categorizarse entre el día y la noche, entre la luz y la oscuridad, entre la falta de una o la falta de la otra, entre el deseo de una o el anhelo de la otra, nunca hemos querido un punto medio, porque punto medio entre luz y oscuridad no existe, entre la vida y la muerte tampoco, es una o la otra y eso acabó por sumirme en el miedo más grande, un miedo de luces. Cada sensación, cada emoción podría dividirse así, tal como si hubiera algunas que están hechas para el día y para la luz y otras para la noche y la oscuridad, unas se viven distintas.
En el día siento más júbilo, más emoción, todo más efímero, más fugaz, más rápido, más vivo, con la luz, el sol, el calor, el ruido incluso, todo te sumerge en una sensación de que el tiempo va pasando sin intención de detenerse y es curioso, cuando todo pasa así, sin tiempo en pensar en cómo va pasando, es cuando nos sentimos más vivos, cuando ni siquiera pensamos en el momento, solo queremos más y más, más vida, las cosas ocurren tan rápido que solo a hora de hacer inventario de tu día, de tu vida al final del día te das cuenta de lo vivido, de lo dicho, de lo hecho, cuando ya no se puede vivir de nuevo, cuando ya no se pueden retirar las palabras de tu boca, ni la tinta del papel, cuando lo hecho, hecho está, es allí cuando nos damos cuenta de que estamos viviendo, solo lo hacemos, solo nos damos cuenta en el momento en que ya no nos sentimos tan radiantes, tan vivos, tan humanos. La mayoría de cosas a la luz ocurren así, como si no te dieras cuenta alguna. Es el momento perfecto para aquellas emociones que te gusta compartir, para las risas, para estar con quienes te hacen feliz, incluso, las cosas malas que ocurren a la luz del día parecieran pasar así nomas, pero nuevamente, al fin del día, todo llega a darse cuenta, a existir como tal, nos damos cuenta de lo que hicimos, de lo que nos pasó, cuánto disfrutamos, todo cuando la luz se va atenuando, es como lo contrario a alumbrar algo, que lo vemos cuando hay luz, la vida, la vemos realmente, la valoramos realmente, cuando ya fue vivida, cuando ya no hay qué la alumbre, cuando ya no hay manera de volver atrás. Aún así, amar la vida es hermoso, la puedes amar a la luz o a la oscuridad.
Mientras en la oscuridad, como al dormir, como en la calma, la paz, te entrega aquellos momentos de soledad y pensamientos para vagar en tu día, en tu vida, es tuya, tus recuerdos, tus vivencias, son solo tuyas y por nada del mundo las quieres perder. El sentir del ser humano lo siento mucho más intenso en la oscuridad, cuando el tiempo pareciera pasar más lento, cuando las cosas se sienten de verdad, la pena, la culpa, todo. Las conversaciones, los abrazos, hacer el amor, todo a la oscuridad te hace valorar el ser, el ser un ser humano.
Y no hay peor miedo que cuando sientes que te van a arrebatar eso de tus manos, tu vida, sin saber qué o quién quiere quitártela, es un miedo tan fuerte como el estar ahogándose, en la oscuridad, ya no hay calma, ya no hay paz, y se contagia a la luz, se apaga todo y tu vida se atenúa, y el miedo se incrementa, todo se vuelve una noche eterna, una de esas noches de pesadilla, donde ni el ruido te hace escuchar, ni el calor extremo te quita el frío que te cala cada hueso, todos tus errores vienen a atormentarte, y toda la vida que nunca tuviste se siente con el derecho de venir a hacerte sentir que la vida que has vivido fue insuficiente y no vale nada. Una total desdicha, ya no importaba si era día o noche, ni calor ni frío, era el día más oscuro.

No sabes en qué momento ocurrió, solo era un día más y la luz que entra por tu ventana al son del alba ya no parece anunciarte nada más que otro calvario, era ayer cuando disfrutabas, cuando tu vida parecía no acabar, cuando tu momento parecía ser infinito y tus risas eran eternas, era la vida y esa vida ya no la sentías, ya no era lo mismo y tal como vivir un día hermoso y solo darte cuenta en la noche cuando te quedabas solo, era como haber vivido mi vida, mi tesoro, mi regalo y me lo hubieran arrebatado, ya no tenía nada ¿De dónde iba a sacar esas ganas para levantarme que tuve con tanta energía durante todos mis días si ya no quedaba nada? No había nada en un mar de todo, todos fuera viviendo, todos siendo ellos mismos y tú sientes que tu alma te ha abandonado, o más, te la han quitado, y se siente tan fuerte como si te arrancaran el corazón con la mano y siguieras latiendo, se ha ido. Mi piel ha palidecido, estaba todo en el suelo y la suciedad me arrinconaba, no sentía apetito ni nada que me pudiera saciar ¿Qué le pasó a mi vida, quién me la ha quitado, por qué no puedo llorar, por qué no puedo sentir, por qué ya no puedo amar ni valorar, por qué… por qué me he perdido si amaba vivir?

La música ya no tenía ritmo ni melodía ni me llenaba, mis gustos parecieran ser del pasado, mi sonrisa, ya no estaba y ni siquiera la extrañaba, mi corazón, oh, me lo han quitado, y ya no tengo ganas de amar, amar era mi vida, no amaba más que dejar de vivirla y esa era mi mayor pesadilla, pero la estaba viviendo, mis fuerzas se han acabado. Mis manos tiemblan, no sé por qué, mi pelo cada vez más largo y no me siento ni siquiera alguien común, me siento nada, mi cara es blanca pero refleja una oscuridad tan profunda, mis ojos ya no llevan a ningún lado, dentro de mí pareciera no haber nada… Pero mi tormento acababa de comenzar, quería vivir, quería morir, quería salir y sentirme libre, quería sonreír pero algo me lo impedía, no sabía con qué peleaba, mis miedos están ganando la batalla, todo lo que me atormentó ahora está presente cada segundo, cada error, cada pérdida llega con cada latido vacío, pero había luz, estaba vivo, había luz y sentía como se iba, como se apagaba, como los segundos se volvían más y más lentos. Mi penumbra, no puedo conmigo mismo, no tengo nada por qué luchar dije, y ahí fue el momento en que esa oscuridad aprovechó que no tenía nada por lo que vivir, me lo habían quitado todo, y aparece y me dice es hora. Mi corazón se activa, pero no me siento como si latiera, empieza cada vez más rápido, quiero llorar pero las lágrimas se han ido junto con mi felicidad, ya no me queda ni eso, mis sustos se incrementan, las piernas van perdiendo energía y todo se vuelve más oscuro y denso, es un infierno, ya no quiero estar acá, ya no puedo, no puedo más.
La música ya no tenía ritmo ni melodía ni me llenaba, mis gustos parecieran ser del pasado, mi sonrisa, ya no estaba y ni siquiera la extrañaba, mi corazón, oh, me lo han quitado, y ya no tengo ganas de amar, amar era mi vida, no amaba más que dejar de vivirla y esa era mi mayor pesadilla, pero la estaba viviendo, mis fuerzas se han acabado. Mis manos tiemblan, no sé por qué, mi pelo cada vez más largo y no me siento ni siquiera alguien común, me siento nada, mi cara es blanca pero refleja una oscuridad tan profunda, mis ojos ya no llevan a ningún lado, dentro de mí pareciera no haber nada… Pero mi tormento acababa de comenzar, quería vivir, quería morir, quería salir y sentirme libre, quería sonreír pero algo me lo impedía, no sabía con qué peleaba, mis miedos están ganando la batalla, todo lo que me atormentó ahora está presente cada segundo, cada error, cada pérdida llega con cada latido vacío, pero había luz, estaba vivo, había luz y sentía como se iba, como se apagaba, como los segundos se volvían más y más lentos. Mi penumbra, no puedo conmigo mismo, no tengo nada por qué luchar dije, y ahí fue el momento en que esa oscuridad aprovechó que no tenía nada por lo que vivir, me lo habían quitado todo, y aparece y me dice es hora. Mi corazón se activa, pero no me siento como si latiera, empieza cada vez más rápido, quiero llorar pero las lágrimas se han ido junto con mi felicidad, ya no me queda ni eso, mis sustos se incrementan, las piernas van perdiendo energía y todo se vuelve más oscuro y denso, es un infierno, ya no quiero estar acá, ya no puedo, no puedo más, cada momento es peor, hay una angustia tan grande que me ahoga, mi ansiedad no me deja abrir la mano que lleva horas empuñada, nadie sabe qué ocurre y yo solo quiero dejar de pensar, quiero dejar de vivir esto, porque ya no estoy viviendo más, ya no estoy siendo un humano.

Pero… allí estaba, esos recuerdos allí estaban, seremos miles de millones, pero yo sabía que era alguien, mi nombre existía, ¿Por qué quiero dejar de existir? Recuerdo todo, mis sonrisas, mis momentos, mis caídas, son míos, eso me hace a mí y se estaba yendo, yo… yo no lo sentía, no lo vivía pero lo recordaba, algo me decía y convencía diciendo »deja de luchar» pero si no había nada por que luchar, cómo algo me estaba diciendo eso, aún había vida, aún había luz en mí, solo debía encontrarla.
Los minutos pasaban… o eran días, no recuerdo. Llegaba el miedo, era muy grande, muy fuerte, me aplastaba, ya no podía más, no, no, no, no puedo más gritaba mi ser por dentro, »solo hay una salida», lo sé me decía, algo me llevaba, era el camino de la muerte, era el miedo que se siente solo cuando sabes que vas a morir, pero había calma de saber que así sería… Hay momentos vagos, no piensas nada, hasta que empieza la oscuridad, puede estar todo encendido al rojo vivo pero tu vida se va apagando, junto a eso, tus sueños, tus esperanzas, tus deseos, tus recuerdos, tu vida, se va… Y lo recuerdas, hay un destello, tus ojos parecen brillar por la esperanza, allí en mi propia cárcel estoy yo, dentro, en lo profundo… »quiero escapar» Empieza una batalla, no mueves nada, no sientes nada por fuera, por dentro tu alma arde, tu corazón va a mil, nadie importa, nada importa.
Se va… se va la vida, se está yendo, la pelea me agota, mis lágrimas son pocas pero han vuelto a salir. ¡Vida o muerte! ¡Luz o oscuridad! Reza algo dentro de mí, es un grito desgarrador por dentro, estás llorando y nadie lo escucha, estás gritando y solo hay silencio, está el sol allí afuera y todo se ve oscuro. ¡Vida! Grita mi corazón cansado, ¡Esta vida es mía! abro la mano empuñada nuevamente y caigo al suelo, solo hay lágrimas y dolor, no por lo que acaba de pasar, sino porque mañana será lo mismo y la batalla será peor.
Déjame, suéltame, en serio, quiero seguir maravillándome del mundo, ¿Por qué no me dejas? ¿Por qué no me sueltas? ¿Por qué solo recuerdo lo que soy cuando todo está apunto de acabarse? ¿Qué pasará cuando mis fuerzas sean menos y no pueda pelear? Y todo se derrumba, no sabes nada, no piensas nada, no sientes nada, ¿He muerto? No, grita mi corazón, pero allí vienen nuevamente, todo, viene todo, por favor ayuda grito sabiendo que por más que haya gente cerca nadie me va a escuchar, mi batalla… Mi vida, ¿Por qué? ¿Por qué me la están quitando?
Ahí viene de nuevo, la misma ola de terror me baña en miedo, me abruma, todo se va a acabar esta vez, no puedo más me digo… Es el día más oscuro.
Alguna vez viví, fui feliz, lo tuve todo sin tener nada, tuve el amor y la felicidad, la esperanza y la libertad y hoy, hoy se ha acabado y no me di cuenta… Es el día más oscuro.
Ya nada sirve, ya no soy un oponente para está fuerza infernal que viene a arrebatarme todo eso, el daño y el dolor en mí me queman, se expande a todos al rededor, solo quiero luz, solo quiero luz, pero… Es el día más oscuro.
No merezco nada, no soy nada, ya no me queda nada, ahí viene de nuevo, otra vez, ¡No, por favor! Esta vez no podré, no podré, digo mientras caigo nuevamente, me derrumbo y me ataca, me quema, me lo quita todo nuevamente… Es el día más oscuro.
Horror, miedo, angustia, el dolor me llena el vacío de la vida, ya no pienso en nadie, en mí menos, todo se va a acabar, viene la paz… está ganando, me está llevando… Es el día más oscuro.
Quiero correr, he despertado, quiero gritar, siento apenas las piernas, escucho apenas mi voz, los barrotes se están yendo, era mi vida mi prisión, mi cuerpo al fin cesará, está pasando, esta vez el destello no está llegando, ahí viene… El miedo es más que nunca, quiero explotar, quiero desaparecer, quiero sentir algo, lo que sea, no siento nada, ayuda… Es el día mas oscuro.
¿Fue esa la última luz? No, sigo acá, sigo acá, siento las puñaladas de la muerte en mi alma nuevamente, ya no hay amor en mi ser, la felicidad es un viejo recuerdo, mi ser, mi vida, mi todo, ha acabado y yo sigo respirando, por favor, que se acabe todo, es el mayor tormento de mi vida, que se acabe, digo una y otra vez, ¿será este el fin? Ahí viene de nuevo, viene con más fuerza que nunca, veo a los ojos a lo que me estaba arrebatando todo, no es nada más que oscuridad, pero la siento como una persona, la siento como algo con vida que me quiere quitar la mía para alimentarse a sí misma, es el miedo, es el horror, es la muerte… Es el día más oscuro.
¡¿Vida o muerte?! se escucha por ultima vez.
Siento como si todo lo que alguna vez temí me hubiera pasado por encima, todas las penas, todas mis caídas, era todo frente a mis ojos. Y ¿Por qué no podía ver aquello que me hizo feliz y humano? ¿Dónde estaba? Se tiene que haber ido a algún lugar, y será mi último esfuerzo en este día más oscuro. La última batalla.

He despertado, me había encomendado mi última misión, la que me daría todo de vuelta, encontrarme, sería el camino más largo, el más difícil y con mas obstáculos, pero había que luchar, había que luchar, vida o muerte… Elegí vida, elegí vida y ¡VOY A VIVIR!

Como todo día tuvo su fin, y lo recordé, tan vago como un sueño al amanecer, tan distante como los primeros días de vida, tan oscuro como un agujero negro, tan pesado como el universo mismo, había ganado esta vez, pero mañana… mañana será otro día y siempre hay que estar listo.

Nunca jamás, prometo, a mí mismo, pensar en rendirme, por qué vi la muerte a la cara, y me dijo: »¿Muerte o vida? Y grité, sin voz alguna, vida, siempre vida.

¡VIVA LA VIDA!

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