Te regalé una bonita sonrisa de jocker y tú te diste la vuelta y te fuiste. En ese momento supe que era la hora de mi venganza. Te lo había dado todo y tú no supiste valorarlo. ¿Pensaste que podías despreciarme así y yo no haría nada? Día tras día te di mi amor, mis desvelos, mis ilusiones y mis sueños, a ti todo eso te pareció poca cosa y pensaste que tus deseos eran más importantes y tu futuro estaba lejos de mí. Me monté en el coche y me fui. Quedaste tirada en la carretera tras de mí.

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