Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro que la muerte sería rápida. Y como era de esperar mi vida se retrató en mi mente como prólogo al final.
“Aquella primera cita … no terminó bien. Aquel trabajo … por qué me despidieron, malnacidos. Mis padres … nunca aceptaron que fuera yo, bueno tampoco yo me aceptaba. Y aquellos amigos … por qué me dieron la espalda”.
Todo había sido un fracaso. Mis recuerdos habían llegado a su fin y caí en la cuenta, esto tampoco iba a salir bien, pisé el freno a fondo, pero no respondió.
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