Hasta que la muerte nos separe

Hasta que la muerte nos separe

Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro, un chispazo de realidad, lo justo para comprobar que el dolor en muñecas y tobillos estaba causado por unas bridas de plástico, para recordar mi sorpresa al ver lo bien que él se lo había tomado cuando le dije que le dejaba, que ya no le quería, y al escuchar su propuesta:

– Tomemos una última copa de vino, brindemos por el tiempo que hemos sido felices.

Y no recuerdo nada más.

Le miro.

Me mira, esboza algo parecido a una sonrisa:

– Juntos hasta que la muerte nos separe.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS