Lástima que no haya billetes para maniquíes en este mundo desenfrenado.

Siempre observo a todos a mi alrededor cuando pasan por esta tienda del centro comercial, y aún sigo sin saber cómo hacen para movilizarse tanto, o qué es lo que les interesa tanto para venir cada día a tocarme u observarme.

Tengo en cuenta que soy modelo, y siempre me ha gustado la chica de bikini de la tienda de al lado. Quizás se lo diga pronto, pero para moverme necesitare muchos billetes de los que usan los humanos.

Y quizás con eso deje de ser un muñeco.

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