TU FAMILIA NO ES EN LA QUE NACES SINO LA QUE DÍA A DÍA TE HACES…

TU FAMILIA NO ES EN LA QUE NACES SINO LA QUE DÍA A DÍA TE HACES…

«Estimado amigo:

Me gustaría escribir un cuento en el que sus dos protagonistas, hombres de avanzada edad, jugaran una interminable partida mientras hablan con tranquilidad…

El tablero sería una recia mesa circular de un metro de diámetro y de medio metro de altura. Estaría cubierta por un ligero mantel blanco.

Los encuentros podrían durar largas horas durante las que se consumiría alguna bebida (café, infusión, licor añejo…) y frugal comida (pan, pastas de te, dulces exquisitos…) que sería consensuada de antemano.

El juego consistiría en hablar sobre todo lo divino y lo humano, no importa el grado de profundidad de lo expuesto. La característica de la partida estaría en los objetos («fichas») que serían regalos que irían haciéndose, puestos sobre el mantel, cada vez que intervinieran. Así, por ejemplo, se comenzaría con el depósito en la mesita de un libro antiguo. El otro contertulio, en su turno, «objetaría» con una pipa de espuma de mar. La réplica la daría el antagonista ofertando una preciosa (aunque de gastadas cachas) navaja de Albacete. Una buena contestación a ello podría darse con una cajita de plata conteniendo rapé o tabaco. A su turno cada dialogante se desprendería de algo personal y valioso…

Hay más consideraciones sobre el juego pero, de entre ellas, sólo quiero destacar la tranquilidad, mesura de verbo y la sincera comunicación que devendría inexorablemente en una sólida amistad en la que la posesión de objetos carecería de importancia…

Calculo muchos encuentros de este tipo y me planteo que bien podrían darse con más personas, invitadas de una vez o estables en las reuniones que serían numerosas…

Lo del sexo de los contertulios lo he puesto para ser criticado. Es un ardid.

Ya veis, mi buen Ferdinando, en qué empleo mi tiempo: en imaginar cuentos y juegos absurdos.

Mejorad mi propuesta, contadme una buena historia e inventad un juego y pongámonos a ello…

Pasadas son ya las seis de la mañana. Llueve. Mis hijas se levantan para ir a sus estudios. Yo debo preparar sus desayunos.

Disculpadme. Seguiré en otro momento.

Haya salud e ingenio.

Con amistad,

Juan.»

«Eminente prócer (esto lo he leído en algún lado y queda muy fino):

Me dejas de una pieza. No sabía yo cuanto puede pensar una cabeza. La tuya hierve.

Yo soy de pocos cuentos y de menos palabras. Acción, eso es lo que me va. Si me propones partirle la cara a cualquier chiquilicuatro, me tienes en primera fila. Si hay que recoger setas del bosque, voy derechito aunque no distingo muy bien las comestibles de las venenosas. Eso sí, sé qué horario tienen los guardas forestales por lo que la excursión puede dar mucho de sí, mucho jugo… ¿entiendes? Fresas de invernadero, lechugas, kiwis… Todo gratis.

Por otra parte no tengo mucho que sea totalmente mío. Mi novia es un poco zorra. No es de fiar. No se prestaría. La guita la guardo en la nevera, en el congelador en grandes bloques de helado. Eso pesa mucho. Y mancha.

No tengo navaja pero la pistola es demasiado personal como para andar con ella cambiando de manos.

Quizá preservativos y una buena cantidad de analgésicos para la cabeza. No sé lo que tienen y cuando me duele algo tomo de aquí y de allá. ¿Que me sigue doliendo? ¡Pues doblo la dosis! Creo que el Doctor Placebo lo cura todo… Los otros terminan matándote a la larga.

Para que no te sientas mal te voy a seguir la idea.

Nos juntamos un día (o una noche, con su correspondiente madrugada) e intercambiamos papelinas. Tengo de azafrán, pimienta, sal, acetilsalicílico, mate de coca en bolsitas de infusión, chocolate en polvo marroquí, yagé virgen, guaraná descafeinado y alguna cosilla más dura que guardo para las fiestas.

¿Qué te parece?

¿Te mola?

Sabes que mi familia me abandonó y que sólo te tengo a tí como padre, que no juez ni verdugo.

Se me caen los ojos. Me pasé con la valeriana… O será la burundanga que la colega me ha metido en el vino, en la cena… «


«¿Puedo hablar?

Como soy pequeña nunca me hacéis caso y siempre me dejáis la última, cuando ya el sueño os empieza a vencer. Nunca puedo llegar a explicarme del todo si caéis fundidos.

Veréis. Al ser tan lista puedo calcular cualquier asunto que tratéis y analizar sus consecuencias a corto y largo plazo.

Si es Economía lo que os interesa puedo ilustraros sobre todas las corrientes habidas a lo largo de la Historia y sobre los aspectos y coyunturas de los distintos grupos humanos bien sea por población, continente o facción política emergente…

¡Os habéis dormido otra vez!»

» Nnneeene… quere tetita…

Mami… teno pis…

Snnnfff… Snnnfff…

Uaaaaa… Pupa… «


«¿Pero a tí te parece que esto es normal?

Ya está otra vez ese pirao hablando solo.

No sé para qué querrá tanto espejo.

La directora ha dicho que le sigamos, rectifico, les sigamos la corriente…»

«Ya sabes, es un caso de múltiple personalidad. No es peligroso. Da un poco de lástima.

Parece ser que era un personaje importante al que se le fue la olla.

Debía actuar en ciertos cenáculos políticos con distintos y aún opuestos criterios.

Hay quien dice que era un topo y que tenía varias familias montadas en distintos países…»

«EXCELENCIA, ANDAD PRESTO QUE UNAS FLUÍDAS ABLUCIONES OS ESPERAN AMÉN DE UN DELICIOSO YANTAR QUE DESEAMOS SEA DE VUESTRO AGRADO…»

«………………………»

«¡Vamos, coño, tira pa-lante o te inflo a hostias!

¡Nos ha jodido, el loco!









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