Hoy lejos de ti como alguna vez tú estuviste de tu madre, en busca de tu destino, me encuentro en lejanas tierra forjando el mío.

Como extraño tus sabias palabras, que hoy más que nunca entiendo lo que decías:”No hay como la familia”, con sus tropiezos y aciertos, pero familia que llenan de vida nuestro existir. ¡Sí! Porque sois vosotros mismos quienes me dan la fuerza de continuar labrando mi destino, con la esperanza de que algún día, logre traerlos a mi encuentro y vivir en estas tu tierra que tanto añoras en silencio.

Tu madre, que llegaste a Venezuela con la esperanza de forjarte un mejor destino, tengas que recibir esta carta de tu hija, que desde niña soñaba con España y donde encontró la felicidad.

Gracias madre por existir y llenarme de tu amor y sabiduría.

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