Querida hermana, he decidido recorrer este camino tan bello y a la vez difícil, pero no me importa.Estoy convencida que hubieras amado este lugar tanto como lo amo yo, con el olor de la tierra humeda y el canto de las aves. Las aguas son cristalinas y muy agradables para nadar.

He logrado comprender que la Paz no tiene precio y tiene en cambio un valor inconmensurable. Hoy puedo darme cuenta cuanta razón había en tu manera de ver las cosas, lamento que no estés aquí para decírtelo en persona, pero espero que recibas este mensaje donde quiera que te encuentres. Te ame y siempre te voy a amar.

Cristina, tu hermana menor.

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