Hola cariño;
Escribo estas palabras tecleando con los dedos de mi mano izquierda, torpemente, porque no quiero despertarte. Mientras, intento comprimir todo el amor del universo en unos cuantos párrafos en los que se sospeche, al menos, lo que supone tenerte entre mis brazos.
Te miro. Sorprendida, exhausta, rebosante sin saber de qué exactamente, llena de un vacío inmenso, que se derrama a cada pequeño paso que doy….y sobretodo, cansada. Tan cansada…
Y sigo mirándote y vuelvo a sorprenderme maravillada, el milagro de la vida que crece entre mis brazos.
Y entonces lo entiendo todo: no hay nada que entender.
Es amor…que igual te llena que te vacía, que te empuja al abismo, te mece, te calma y te zarandea, te estruja, te exprime, te sonríe y te busca, y después te repudia.
Es amor, sin duda.
Entre tu y yo…una teta, nos une y nos separa, rebosa vida, y te aferras a ella cual naufrago, sabiendo que ese barco es tu única oportunidad.
Y yo me aferro también a ella, sin remedio, porque gracias a ti, nunca más seré capaz de estar tan lejos y a la vez tan cerca de mí misma.
Con amor: Mamá.
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