Del espacio a la tierra

La lluvia siempre me recordara que los besos no se pierden, que las canciones bailan al ritmo de un sentimiento y que los sueños se hacen realidad.

La unión de dos almas en una noche estrellada puede llegar a causar una lluvia de estrellas de esas que hacen que el mundo pare y el tiempo no corra.

Un día nublado puede llevarte a caminar horas y horas por la ciudad, con los oídos llenos de música, imaginando alguna historia de amor.

Una despedida puede causar el dolor más intenso en el corazón, lágrimas que no quieres que paren y llevará una parte de tu vida.

Las calles solitarias en una noche pueden generar miedo y a su vez te pueden hacer el protagonista de una película de suspenso.

Una nota de amor puede llegar a generar una sonrisa para siempre, aquella que no se desvanece a pesar que todo se haya acabado.

El pasado puede ser la cura de tu presente, te enseña a cerrar ciclos, a no cometer los mismos errores, a perdonar y aprender a amar soltando lo que no está destinado para ti.

Escribiré en mi próxima parada más aprendizajes que vivo del espacio a la tierra.