Como un eterno enamorado, te suspiro a ti; poetisa, yo me refugio en tus recuerdos tan susceptibles, para anhelar siempre la delicadeza tuya, que entre latidos extraño junto al crepúsculo.
De verdad, hoy sufro sin ti como un desahuciado, sensata de los puros versos.
Y debido a tu ausencia, suplico lo increíble por estar otra vez contigo, resucitadora de la evanescencia.
De hecho, te adoro con tu nubilidad; preciosa, yo sueño entre nosotros el odalismo, por la idílica tuya, inusitada tan espléndida, que es tú gran amor, poetisa.
Y claro en vida, debido a tus sentimientos sagrados, sólo pido ser la encantación de ti, para que juntos hagamos de la tierra, nuestro jardín de estrellas, poetisa.
Rusvelt Nivia Castellanos
Artista de Colombia
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