Esta postal no llegó a su destino en su momento. Una cruel censura la escondió.

De la familia García solo los nietos de Vicenta y Matías tuvieron la oportunidad de conocer el amor que existió y sufrieron los abuelos.

Por mucha quema de libros y censores con amargor y resentimiento, siempre las palabras quedan y la razón prevalece.

A Matías lo fusilaron a los tres días de escribir esta postal y nunca se encontraron sus restos.

R.I.P.

Sin embargo 50 años después una especie de capsula del tiempo tenía esta postal entre otras.

Vicenta mi amor, no sufras más por mi, esta será la primera de mis cartas, me estoy recuperando, ya no pasaré por más interrogatorios ni torturas.

Espero que pronto podáis visitarme tu y el niño.

Lo que más me apena, es que no pude despedirme y decirte cuanto te quiero.

Por la libertad sin desigualdad.

Matías García.

Cárcel modelo de Valencia. 2 de Mayo de 1941.

De todas las censuras que existen , creo que no hay ninguna peor que estar encerrado y no poder comunicarte con los tuyos.

Este fue un ejercicio de ficción, pero la historia se repite … y nos atrapa.

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