Esta carta la envío a casa de tu abuela porque tengo la seguridad de que la guardará hasta que tú llegues por ella. Ha pasado casi un año, desde que nos dimos el último adiós, te extraño, sé que fuiste muy clara conmigo. Decidiste alejarte de mí porque no soy lo suficientemente humano como para seguir siendo parte de tu vida.

Pasamos por muchas etapas, quizás la más correcta fue la que tuvimos cuándo éramos amigos. Tú solías aconsejarme, indagar mucho sobre mi pasado para según tú poder aceptar mi presente. Nunca te entendí del todo; quizás te ofendía mi falso interés cada vez que yo me atrevía a preguntarte por tu día a día, ya que siempre optabas por cambiar de tema y seguir hablando de mí. O tal vez odiabas mi narcisismo y mi mitomanía a la hora de contarte de mi vida. No lo sé, y lo más seguro es que nunca lo llegaré a saber.

He contado los meses que pasamos distanciados, atravesé momentos críticos que quizás hubiera sobrellevado mejor con tu compañía. Tú sabes cuánto te quiero y deseo que la vida te trate de la mejor manera posible.

Perdóname.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS