Mirando lo que hacías, escuchando el silencio de tu imaginación, el concluir de la vida y de tu existencia, pensé que tu voz, mas allá de todo, era el correo al que llamaba amor. Entendí que te amaba.
Mirando lo que hacías, escuchando el silencio de tu imaginación, el concluir de la vida y de tu existencia, pensé que tu voz, mas allá de todo, era el correo al que llamaba amor. Entendí que te amaba.
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