En un pueblo de Lima , vivía un señor que llevaba siempre un saco que le quedaba hasta las rodillas y siempre sonreía. Este hombre se llamaba Ruiseñor.
Él, se fue ganando buena fama y llegó a ser considerado uno de los hombres más sabios del pueblo por sus increíbles enseñanzas. Cuando falleció, le hicieron una gran ceremonia pues su simpatía y amor hacia todas las personas hizo que se ganara el corazón de todos.
Así, este relato nos da a entender que con un poco de amor todo se puede.
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