Año 2010 y con un amigo nos proponíamos viajar por toda Sudamérica. Para 2011, fue subir al tren. Destino entonces, la más importante aventura de nuestras vidas. Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela, corolario de apertura para nuestros caminos. El 2015 y a la inversa. Solo y comenzando por la patria Bolívariana. Segunda etapa, excusa para la redacción de los sucesos. Evasión rutinaria, hecha hoy libro, denominada: “Venezuela, una pasión accidentada”.

¡Vale la vida esta pena!

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