Buscando un momento

Buscando un momento

Maewin

04/09/2019

-¿Fijamos una fecha? – Nos miramos unas a otras con cara de circunstancias.

– El fin de semana que mejor nos venga a la mayoría y bueno, la que pueda venir que venga porque si no ¡jamás vamos a poder organizar nada! ¿Qué os parece el último de julio? En agosto va a ser mas complicado para cuadrarnos con las vacaciones familiares. ¿Ultimo de julio chicas? Venga, ¿que os parece?

– Erika busca su móvil y se abstrae mientras empieza a teclear. – Voy a hacer unas llamadas y os cuento.

– Animo chicas, seguro que podemos hacer algo. Yo voy a hablar con mi jefe y pediré el fin de semana libre en el restaurante. Me debe un favor así que a ver si se porta. ¿Vosotras que? – Laura nos miró pensativa – Venga, voy a hablar con mis compañeras para cambiar turnos en el hospital. Ya os confirmaré si puedo o no. – Muy bien guapa, ¿el resto como lo veis? ¿Isa? ¿Sheila? ¿Podéis encasquetar a vuestros preciosos retoños con sus padres durante un fin de semana? – Isa sonríe mientras teclea rápidamente. – Estoy escribiendo a mi marido para que no haga planes esos días. Me apunto. Y si mi marido no puede, tengo un plan B, ¡mis suegros!

– Sheila nos mira con preocupación. – Yo no puedo dejar a mi hijo con mi marido, trabaja el sábado y no tengo a nadie más. – Baja la mirada decepcionada con una mezcla de pena y resignación. –Lo siento, me apetece mucho pero no voy a poder ir. –Isa levanta la vista del teléfono. – Chata, tú te vienes sí o sí. Si no puede cuidarlo tu marido, le cuidará el mío. Unas pizzas, unos vídeo juegos y cuando se quieran dar cuenta de que no estamos, ya habremos vuelto. -¿Estas segura de que podrá con los niños? ¿No le importará cuidar del mío?– preguntó Sheila con un tono un tanto desconfiado. – Tranquila, mi marido puede con ellos. Tiene mucha maña con los niños y mis monstruos se divierten mucho con su padre. No te preocupes que tu hijo va a estar en bien. – Isa pasó el brazo por el hombro de Sheila y la achuchó para que se sintiera mejor. –Gracias, me da un poco de rabia que me tengas que sacar las castañas del fuego, pero te lo agradezco muchísimo. Eres una buena amiga. – Sheila abraza a Isa mientas la cubre de besos.

– Vale chicas, esto va tomando forma. ¿Quién más? Raquel, tú no has dicho nada todavía. – Sí, estoy en ello. Tengo el cuadre de fechas del máster y estoy calculando tiempos. Voy un poco apurada pero si me pongo las pilas durante estas semanas que quedan, creo que podré descansar esos días. Contad conmigo.

– ¡Esto es genial chicas! Hace tanto que no nos vamos por ahí… ¡estoy loca de ganas!

– Erika se acerca al grupo: – Vale, hablamos mañana en la oficina. Hasta luego. –Cuelga el teléfono y se sienta con nosotras. -Chicas, he hablado con mis encargados; Les he movido un par de turnos para poder irme ese par de días. Trabajaré como una esclava la semana anterior para que ellos puedan descansar: llevaré los papeles al gestor, dejaré hechos los pedidos a proveedores para que mis chicos no tengan que preocuparse de nada. Creo que si me anticipo y lo dejo todo preparado, me puedo ir de fin de semana sin preocuparme de que mi tienda explote o algo. Ellos me han dicho que me vaya sin problema, así que… ¡Sí que puedo ir! ¡Que ganas! – Laura ríe a carcajadas. – Es muy divertido que tus empleados te den permiso para que te puedas ir dos días. ¿Te firmarán un justificante o te controlarán por GPS? –Erika la hace una peineta mientras la hace burla. – Soy una buena jefa y me preocupo por mis trabajadores y mi negocio. Somos un equipo. – Vale, vale. No te enfades. Era broma. –dice Laura mientras sigue riéndose.

– Venga va chicas, a falta de que yo confirme que descanso en el restaurante y que Laura cambie los turnos en el hospital, está hecho. Y ahora la pregunta del millón ¿Dónde queréis que vayamos? –Elena coge carrerilla y empieza a elucubrar.- Hay muchas opciones: ¿Playa o Montaña? Solo tenemos dos días así que no deberíamos irnos muy lejos para no desperdiciar mucho tiempo en la carretera. ¿Conocéis alguna casa rural que os guste? Creo que tengo un descuento para hacer piragüismo, ¿os gusta la idea?

–Sheila nos mira a todas con los ojos llenos de ilusión. De pronto nos agarra y grita eufórica:

– ¡Que más dará! ¡Nos vamos de viaje chicas!

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