Ojos de gaviota

Mi viaje va desde hace siglos desde la punta de Benicarló a la punta de Peñíscola, 7 km de cordón umbilical costero, recorriéndolo con mis ojos de gaviota pariente lejano de Juan Salvador. Recuerdo perfectamente lo que las retinas de mis ancestros han ido viendo en este viaje de ida y vuelta por este trozo tan maravilloso de costa.

Cada viaje cada día es diferente y con el paso del tiempo todo ha cambiado a nivel humano por supuesto radicalmente, a nivel gaviota también hubo cambios unidos a la humanidad, así hace siglos mis retinas recuerdan galeones qué arribaban a la costa, naves que se acercaban hasta la puerta de San Pedro de Peñíscola, única vía para entrar en la ciudad por aquel entonces.

El pescado que hábilmente cogíamos en el mar, era nuestro único sustento, quién nos iba a decir a nosotras que llegaríamos a comer ganchitos, patatas fritas y toda clase de restos que la humanidad deja en la arena tras sus largas exposiciones al sol, ese sol del que antes huían cubriéndose el cuerpo entero para preservar la blancura de su piel.Ahora la quieren torneada y bronceada.

Donde antes veíamos naves de madera, ahora vemos motos de gran cilindrada,lanchas con motores potentes con gran estruendo.

Donde veíamos piedra y roca, ahora vemos arena ganada al mar, multicolor de sombrillas.Donde antes solo volavamos nosotras con golondrinas y vencejos, ahora también vuelan las cometas con colores variados,incluso nuestro nido a cambiado de emplazamiento, antes solo eran lugares naturales,ahora ya anidamos en construcciones del ser humano, donde antes había humedal y cañas ahora hay edificios con antenas redondas y estiradas,algunas de gran altura en las cuales jugueteamos nosotras probando nuestro equilibrio.

Ese es mi viaje,mi único viajer,recorrercada día los 7 km de costa que unen las dos poblaciones,para ir viendo cada día cambios y cambios que nunca dejan de sorprender.Es un viaje que necesito y aunque a veces nos adentremos en tierra de cultivo buscando alguna semilla,de nuevo al rato la necesidad de buscar ese cordón umbilical que une mis dos sitios favoritos,vuelve a ser necesitado por este alma de gaviota que durante siglos solo desea este viaje.