Eres un rayo de luz
que llegó a mi vida,
para hacerme comprender
porque vivía.
Me enseñaste a dar valor a las cosas importantes,
y me alejaste de un arrastre
que empezaba a marchitarse.
En las cosas del corazón,
nadie lleva la razón,
tú entraste de un tirón
en la nuestra relación.
Tu intención fue terminar
con todo lo que creías que estaba mal,
sin darte cuenta siquiera
que ya rozábamos el final..
Y después de todo esto no te culpo,
ni siquiera me disculpo,
por darte un tiempo en mi vida,
que nunca recuperaría.
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