Síntomas
Anhelo sombrío
sensación frágil
hurgo el escondite
busco una razón
que me devuelva,
apenas,
las ganas de
evitarte
busco en el silencio
alguna explicación.
Surcan la noche
centellas agonizantes
tu silueta en sepia,
amorfa,
se dibuja,
un bergantín sonoro
y distante,
es tu recuerdo,
horada a la distancia
arremete implacable,
sin más posibilidades
que la fría justificación
de ausencia.
Sola y dormida
atravieso los puentes
que me rediman
y adormezcan en el cáliz
del completo olvido, y
de la alucinación
nefasta
de tan solo pensarte,
de tan solo seguirte,
de tan solo,
en silencio,
llamarte..
Nostalgias
Del pasado añejo
tejido de infinitos días
con soles de naranja viejo,
moneda resquebrajada
sellada flotas, en el vaho
gris del tiempo estaño.
y de verdes tardes,
transparentes y espesas,
de titilantes, azules noches
estremecedoras de presagios
y de anhelada armonía,
presas.
Recuerdos infantiles
giran
en un calidoscopio de irizada
algarabía,
pasadas travesuras, tiernas niñerías,
memorias vagas y triste melancolía.
Carrusel de mil cuentas
gira… gira… y gira.
Girando antiguos están allí
días escolares,
de púberes melodías,
días infinitos de fugaz partida.
Juveniles momentos de algazara
y escuela,
de noctámbulas fiestas
de reunión de familia.
Conflictivos momentos
de temor y esperanzas
con navidades muertas,
pasajeras, pocos comprendidas.
Resurgidas Pascuas con anhelos
e ilusiones
de un mañana de amor
sabor a añoranza.
Carrusel de mil cuentas
gira…gira…y gira
consumiendo momentos,
hilvanado etapas,
renovando sueños
refrescando esperanzas…
Brillantes 15
Barba larga, cabellos blancos y bastón en mano
el señor tiempo, invitado de honor,
puntualmente, antes que todos,
se presentó.
Consigo trajo un fino regalo
por encargo de su artífice
y diseñador.
Un Valioso collar de quince cuentas,
brillantes gemas,
incalculable es su valor
acompañando una delicada tarjeta
con la firma: tu Creador.
La cristaldés límpida del agua marina
adorna su primer y tierno año de vida.
Balbuceos gráciles, inocentes gestos
curiosidad impresionable
dos, tres y cuatro años se confunden
como el ópalo, el ágata y el jaspe
en un irizado juego de colores, se funden.
Con las tonalidades ámbar del topacio,
el jacinto y el oro
una acuarela dibuja sobre sus
quinto, sexto y séptimo años de vida
jirones de ensueño
y retazos de fantasía.
El vigor del ónix, la candidez de la cornalina
púberes ocho, nueve y diez años reflejan;
entusiasmo inquieto, vago estatismo
al indefinido color del amatista asemejan.
Azul metálico zafiro, momentos de grandes
turbulencias,
rojo granate suave, fuerte rubí alternan
junto al verde esmeralda apacible,
los once, doce, trece y catorce complejos
años de la adolescencia.
Finalmente se recorta un quince
sobre la perfección fina del diamante,
cada faceta abre a un mundo
de infinitas posibilidades.
Junto al quince un cincel descansa
listo para ser usado,
y junto al cincel una inscripción que dicta:
«síguelo modelando»…
Noche fantástica…
Noche de duendes y de luciérnagas
mágico sueño, noche fantástica
la música gira bajo las luces
entreganado flores, repartiendo guirnaldas.
En un ángulo del salón, resplandece,
toda blanca y cándida, ella,
en su sonrisa se dibujan los anhelos
y en su mirada, la azul ilusión reflejada.
Noche de 15, de bullicio y de fiesta
hay que celebrar el instante que pasa,
noche de recuerdos, de besos y familiar compañía,
Hay que festejar el momento que acaba.
15 dijes culminan una etapa,
la niñez, los ensueños y la tierna infancia,
15 dijes que como pétalos se abren,
a un mañana de desafíos constantes.
Noche de emoción de regalos y de sorpresas,
atrás quedan jirones de vida, mirados con nostalgia,
el tiempo que pasa es un cofre de expectativas,
acariciado con esperanzas.
15 años culminan una etapa
línea de llegada, punto que acaba,
15 años inician otro ciclo
que es punto de partida
a un nuevo mañana.
OPINIONES Y COMENTARIOS