En el tren de la robla

En la estación de la concordia de Bilbao esperando al tren que me lleva recorriendo los parajes naturales por 5 provincias: Bizkaia, Burgos, Cantabria, Palencia y Léon. En aquellos tiempos transportaba carbón desde León a Bilbao. pero ahora es unos de los medios de transportes que estoy más enamorada, por su tranquilidad, comodidad, adsequibilidad, sociabilidad. Cargado con estos y otros adjetivos. Encima mío llevo la cámara para tomar todas las instantáneas que me hagan recordar el viaje por los paraísos naturales. En el trayecto el tren huele a comida, llegar hasta León el estómago te pide, comiendo entre un paraíso natural. Ese chaca-chaca cómo antiguamente en un tren moderno pero con raíces e historia antigua. En su interior lleva de todo: personas de todas las edades y nacionalidades, maletas, bicicletas….Todo lo que lleva este tren es de gran valor humano y para recordar.

Sale desde Bilbao con un sol resplandeciente y un gran numero de personas esperando todos a que llegue el tren para llevarlos a nuestros destinos. esta es una de las mejores situaciones. El otro gran extremo es invierno cuándo se dispone a salir desde Bilbao con una lluvia que amenaza con una nevada, saliendo desde Bilbao, llegando a Cadagua y en este interior llevas un gran miedo pero también estás asombrada del valor de quién trabaja conociendo ese terreno tan peligroso en tiempo invernal.

También tiene tesoros inolvidables, celebrando despedidas, acontecimientos, encuentros para nunca olvidar.