***
Ayer
Mientras el horizonte
amablemente
pedía ser atendido
a mis ojos traviesos,
éstos de sutil manera
acariciaban la luna llena
en tu mirada,
los árboles susurraban
el sentido de mi ser efímero,
contemplar la hermosura nocturna
es un bello placer,
sentirla en ti –
es inexplicable.
***
Hoy
Y seguiremos así
mi querido amigo,
entre poemas mediocres
y el vino tinto,
sin prejuicios
fingiremos
nuestra felicidad
y nos rendiremos
sin darnos cuenta
ante la comodidad
de la rutina inevitable,
soñando con cosas grandes
sin cesar de forma patética
sabiendo bien
que mañana
es nuestra vuelta
a los infiernos de nuevo.
***
Mañana
Supongo
las estrellas no se enfadarán
y seguirán cumpliendo
nuestras estupideces
al caerse
cuando menos lo esperemos
y
la luna nueva
nos sonreirá
con ironía
a lo lejos,
supongo
no perder
la capacidad ingenua
de soñar
entre las tinieblas
de la humanidad.
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