Soy hija de Manresa pero mi vida ha crecido en la ciudad de Barcelona, concretamente en la zona alta de la misma. Mi calle es tan larga que cruza diferentes barrios, pero el privilegio de vivir en el punto justo donde se une el asfalto con la tierra y la vegetación, me permite en un abrir y cerrar de ojos tener la oportunidad de poder realizar una relajante caminata a cualquier hora del día. Me refiero a la calle Balmes, en el barrio de Sant Gervasi y la sierra de Collserola. Sin olvidar que mi corazón planea constantemente sobre las queridas montañas de Montserrat, no me imagino la vida sin escribir, viajar, cantar y sin la música. Soy cinéfila empedernida y feliz con mis relaciones sociales, pero caminar para mí, es la libertad absoluta, mis escapadas por Collserola son magníficas. Me gusta descubrir los rincones de esta gran sierra que se alza como atalaya de la gran área metropolitana que la rodea. Disfruto de los grandes momentos en que sólo escucho el silencio y el crujir de mis pasos al caminar por su infinidad de senderos, caminos y cerros. Disfruto al descubrir la gran cantidad de vegetación y sus fuentes de agua fresca, que han sido testigo de muchos años de historia, con sus gentes y su día a día. Disfruto al ver la imponente Barcelona a mis pies en una mañana limpia y clara, con un cielo azul intenso o rojizo al caer la tarde, sobre todo los días de verano o cubiertos de una inmaculada capa blanca en los días fríos de invierno y siempre, con su apreciado mar al fondo coloreando la imagen, y porque no, disfruto en dar los buenos días a las personas que se cruzan en mi camino y que con toda seguridad, serán tan felices como yo.

Mercedes Carrió

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