He aquí mi vida en las cuerdas del destino, donde alguna vez fue la felicidad y la tristeza ahora quedan los fantásticos remanentes guardados solo en mi piel y lo que va restando de la memoria que en su tiempo fue de las mejores.

He aquí mi historia tejiendo su ultima y romántica conclusión, que yacerá entrelazada en las hebras más profundas de la historia oculta, en los remanentes más oscuros del destino, pues debes saber que el mundo que vives hoy en día tan tranquilamente no sería el mismo si no hubiera dejado atrás todas y cada de las acciones que se realizaron con tanto esmero, entusiasmo y celo.

He aquí el punto de partida en el cual debes continuar inconscientemente la labor de labrar tu vida en el mismo tejido donde alguna vez sin darme cuenta me esforcé por marcar la mía, donde si bien los nombres no se guardan en ningún sitio más que el corazón de tus cercanos.

He aquí un consuelo para ti si solo buscas el renombre, y aunque solo sean las palabras de un niño que alguna vez fue sincero, espero que de todo corazón las guardes con anhelo.

“Aunque me cueste toda la vida conseguir un minuto, un momento, una pizca de felicidad sabré que no la desperdicié”.

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