Juglarcillo

Madame Lacroze le invitó a su jardín, aplaudió sus piruetas y poemas , premiándolo con pan blanco y carne de ternera .

.- ! Si te lavaras la cara serías un querubín¡

Buena mujer , que le cargaba la alforja y aveces le daba zapatos viejos de sus sobrinos.

10 años en las calles de Francia en las que había aprendido muchas cosas, entre ellas a mantenerse seco bajo la lluvia , durmiendo bajo el banco de los confesionarios .

Como era pequeño se escondía bajó la túnica de la santa madre. Gracias al escultor que no le había hecho cuerpo, sólo brazos y talle en un pedestal.

Estaba allí hasta que el cuidador se aseguraba que no habían mendigos, para cerrar la iglesia .Una vez había tenido que meterse tan rápido que casi lo descubre y desde entonces el hombre se persignaba delante de la imagen que había visto moverse.

Y allí estaba el juglarcillo componiendo chanzas

» Te bendigo desgraciado

mientras aguanto la risa

pronto ve por tu camino

y deja el mio despejado

hacia el vino de la misa»,