Reflexión de un incomprendido

Reflexión de un incomprendido

Polo

18/02/2019

Mis pensamientos, como niños traviesos corretean por las esquinas de mi mente agotada, corretean de un lado a otro sin parar, y yo no puedo hacer más que soportar todo el desorden que provocan ahí dentro. A veces camino por la calle pensando en que voy a hacer en el día, y de repente aparece otro pensamiento de manera inadvertida; al yo ser alguien que no le gusta simplemente olvidar las cosas, me engancho con ese pensamiento fugaz y no lo dejo ir. Hay veces que decenas de pensamientos, como dije antes, corretean en mi mente, y en esos momentos es donde más angustia paso.

No quiero pensar que soy el único al que le pasa esto, no me he atrevido a preguntar a nadie. En ocasiones, mi yo ególatra, me hace pensar que soy una especie de genio, que a todas las mentes brillantes les ha ocurrido lo mismo que a mi, no creo que sea imposible que yo sea un prodigioso pensante, al fin y al cabo, todos terminamos siendo una clase de genios, todos hacemos cosas que sorprenderán a muchas personas aunque sea algo muy sencillo o algo muy complicado, admiramos a los genios por hacer cosas que nadie ha hecho, sea muy bueno o muy, muy malo, dependiendo de la perspectiva de cada quien, y en cierta manera, hay un montón de personas que nos consideran genios, aunque sea por algo muy simple, si esas personas no pueden hacer lo que tu si puedes y además les fascina como lo haces, irreparablemente terminas convirtiéndote en un genio, si, a lo mejor sin mucha notoriedad pero genio al fin. Yo he hecho cosas que nadie ha hecho, muchas cosas, no tengo notoriedad es cierto, pero no me molesta, pienso muchas cosas y hago muchas cosas, es un don, al menos quiero creer que lo es, seguramente hare muchas cosas más, pero no les puedo decir que hare, es un secreto, puede que gane notoriedad pronto, puede que no, igual lo único que me importa es hacer lo que pienso… pero pienso tantas cosas. En fin solo quería desahogarme un poco, a veces me hace falta un poco de eso, ahora mismo me gustaría decirles muchas cosas mas pero… creo que mejor termino mi breve desahogo aquí para calmar un poco la angustia, luego ya veremos a que niño le hare caso, si aquel que me dice que me levante de mi asiento y haga lo que llevo tiempo planeando o aquel que dice que me quede sentado tranquilo y manso.

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