Para cuando alguien se tome la molestia de leer esta carta, yo ya estaré en la nada, es decir, no seré nada.Si no quieres leer este pesimismo, puedes dejarlo porque mis ideas no son tan normales como la mayoría de personas que repiten como discos rayados discursos sin sentido.
Admito que siempre he sido alguien que siempre se ha aprovechado de los demás para mi propio beneficio. Cuando tenía diez años me di cuenta de cómo mi madre se aprovechaba de mi padre y lo engañaba sin remordimiento alguno. Se había casado con él por interés porque pensaba que él cumpliría todas sus fantasías .Pero ella nunca lo llegó amar. Al contrario, lo detestaba tanto por su pasividad frente a ella .Este pequeño secreto me lo confesaría antes de abandonarnos para cumplir sus aspiraciones secretas de mujer libertina incapaz de saciarse.
Cumplí quince años y en ese momento, manipulaba tan bien a los demás que ellos hacían lo que yo quería sin darse cuenta que me ocultaba bajo el guión de un personaje ficticio de normalidad, pretendiendo caerle bien a todo el mundo.Pero en mi casa no podía controlar a nadie porque esos dos seres estaban destinados a la autodestrucción.
Mi padre trabajaba todos los días ,regresaba muy tarde a la casa y por supuesto, muy cansado. En esos cinco años, había adelgazado bastante que parecía la sombra de lo que había sido. Apenas hablábamos.Pero él se comunicaba con otras personas, las cuáles compraba con dinero. Ellas eran prostitutas. Las traía a casa cada fin de mes. Cada una era diferente.Sin embargo, no me afectaba su deplorable decisión pues lo entendía .
Mi hermana menor era la copia de mi madre. Nos llevábamos dos años .Inteligente y carismática, sabía cómo ganarse la confianza de los demás pero lo hacía sin ningún interés maquiavélico como era mi caso. También ella comenzó alejarse de nuestra familia. Prefería salir con sus amigas y divertirse. Sin embargo, en la secundaria, cometería un error fatal pues se enamoraría del líder de una pandilla de delincuentes que le traería una mala reputación .Una vez, discutíamos por causa de esos rumores maliciosos que la categorizaban de cualquiera, drogadicta y hasta lesbiana.
Ella al terminar de oír mi sentencia, me abofeteó mientras que en un susurro triste, me rogaba que confiará en ella. Siete años más tarde, ella quedaría embarazada. Antes de esta noticia ,ya no discutíamos con el fin de mantener la armonía de una nuestra fantasía familiar. C decidió estudiar en un instituto porque mi padre decidió pagarle los estudios. pero cuando él se enteró de este incidente, enfureció. Le dijo a C lo que nunca se debe decir a un hijo .Mi hermana salió de casa para jamás regresar.
Nos reencontramos hace dos meses en la calle. Cuando la vi, era de noche pero eso no fue dificultad para que reconociera su rostro golpeado por la violencia tóxica de un amor enfermo. Al verla, me llené de rabia, quería sacarla de ese infierno y traté de convencerla pero ella se negó .Ahora, tiene otro hijo más mientras toma pastillas para evitar el suicidio.
Por otra parte, mi padre terminó ahogado en la locura .Yo decidí quedarme con él pero a partir de ese día, el tiempo se volvió en una olla a presión. Había cumplido los veintidós años y me dedicaba a trabajar .Mientras él se comportaba como un niño de cinco años, que en un principio ,pensé que era una forma de llamar la atención pero con el tiempo, empeoró. Empecé a darle importancia demasiado tarde cuando ya había perdido la razón. Pensaba que su propio hijo era un extraño que quería matarlo para quedarse con su casa .La situación no pude soportarla más y decidí ese año de alucinaciones, internarlo en un sanatorio.
Al parecer, yo era lo único que tenía mi padre y eso me hacía sentir tan débil, mientras me encomendaba a la metáfora de Dios. Luego de ese doloroso paso, comencé a trabajar en doble turno sin descanso para pagar la casa, el hospital y mi mísera vida. No tenía días de descanso porque quería ganar todo el dinero posible y así, empecé a desgastarme física y emocionalmente. Antes había estudiado pero decidí abandonar mi vocación. Vendí la casa y me mudé a un pequeño, horrible y nauseabundo departamento.
Ahora me pregunto qué ha pasado con aquel yo de antes que siempre había sido respetado por sus amigos, salía con muchas chicas pero solo para contarlas como trofeos y con calificaciones que prometían mucho. Alguien normal.
El amor para mí no representa la realización. El amor es confrontación y dolor a . Epicuro decía que todo los que nos perturbe debe ser desechado y el amor es otra llave para abrir esa perturbación .Me enamoré de quien menos lo esperaba. Alguien que cargaba con su laberinto infernal buscando estrellarse en el fondo del abismo .
A cambio, recibí por última vez, una falsa fantasía. Lamento haber sido un egoísta empedernido.Ella, me había enseñado en poco tiempo, la ternura que nunca recibí en una casa vacía donde nadie quería tocarse ni hablarse, así como la importancia de una conversación, que valía mucho más que lo material y en buscar los detalles que hacen especial de una persona. Fue la pequeña luz que vi cuando me asomé al abismo que iba a devorarme hasta que me cegué en mis ficciones cuando ella se esfumó de mi vista .Terminó por morir asesinada en manos de un enfermo y débil mental amante.
Ya no tengo más fuerzas para escribir, mis ojos quieren cerrarse y no ver nada más de lo insignificante que es vivir una vida buena porque soy un torcido.Pensarán que soy un cobarde que no tiene fuerza de voluntad, inútil, fracasado, mentiroso, perverso, sádico o psicópata. Pueden juzgarme todos, ya cuando sea nada seré incapaz de sentir este dolor que danza desgarrando la última noche de este perverso .Ya no quiero ser un texto interpretado sino nada. Adios.
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