En los últimos días, cierro mis ojos y ya no siento el rastro de tus pies por mi sendero.
De pasión pura es el aroma que emana mi alma, y esa esencia ahora está del otro lado del espejo emocional.
Sé que muy dentro y aferrado de ella, de mi alma, el único relato que te describe es aquel que ninguna de mis manos vivificadas pudiesen escribir.
Las fantasías de su corazón se hundieron en el exilio, ¿Con qué recuerdo ella deja de ser fría?
Con uno de esos recuerdos explosivos, tal vez dos de ellos.
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