El charco de tu alma

El charco de tu alma

Bryan Chris

12/02/2019

EL CHARCO DE TU ALMA

Aquella mañana se había olvidado que tenía que salir temprano en busca de alimento para su alma. Necesitaba sentirse segura de que todo lo que los demás decían no era cierto, recorría todo el bosque cada mañana, daba saltos y no dejaba de pensar en todo lo que los demás animales del bosque le decían, sumergida en la melancolía de sus días, en la pasividad de su llanto ella corría. Siempre le habían dicho que no era bella, que nadie compartiría momentos a su lado, pues le habían dicho que del bosque no era la más bonita, estas palabras venían acompañadas de miradas que a cualquiera espantaban. Esto calaba hondo en ella, hacía de sus días un martirio, se preguntaba siempre que por que así había nacido, si como ella muchos son iguales, no veía diferencia, que ante tanta insolencia, su hermoso mirar caía por la inercia… Los animales del bosque, aquellas que se sentían superior se vestían de arrogancia, para cubrir la envidia que sentian…. con sus palabras la hacían sentir mal, por eso cada mañana corría al centro del bosque, donde había un charco de agua que fungía de laguna temporal, la cierva al llegar se inclinaba en aquel charco y se miraba, veía su reflejo y se observaba, se mojaba los labios, movía sus hermosas pestañas. Pero se decía siempre que no era ella… lo que decían los demás era cierto, no era bella, ella se repetía lo que los demás le hicieron creer… después se alejaba lentamente con la cabeza gacha, ella regresaba por el bosque cada mañana habiéndose alimentado de su reflejo, aquel que no podía escapar de su charco y no creía que pudiera ser ella, que solo era un reflejo que el agua le regalaba para hacerla sentir bien, que sola siempre estaría, todo eso había quebrado su autoestima…
Esa mañana caminando pensativa en todo lo que algunos le decían, se encontró con un sapo que sobre una piedra croaba, ella se acercó tímidamente e insegura, a un lado lo escuchó, se quedó en aquel lugar para disfrutar del cantar. El sapo al verla volteo, le preguntó qué hacía por esos lares lejanos de su manada. Ella respondió que no tenía amigos, que solo le habían hecho mucho daño con sus palabras, que siempre creyó lo que ellos decían, pues nadie la trato de otra forma, le decían que de belleza carecía… que jamás entre amigos ella disfrutaría…. Que sola estaría. Al ver el sapo que ella estaba sumergida en un mundo al cual ella no pertenecía, donde una hermosa mirada se perdía……él sapo de forma muy sutil le dijo. -Has pensado alguna vez que eres hermosa-… Ella respondió, -¿Que, yo hermosa? no ves que soy deslucida…Fea… Que los demás se sienten de mi presencia en grotesca compañía… Es lo que soy…acaso eres ciego-. El sapo le respondió -Ciego no soy, y aunque no lo creas tengo una vista que todos en el charco envidiarían, pero déjame decirte, que te hicieron creer que la ciega eres tú, que sin darte cuenta, perdías lo más bello que tenemos y nunca lo viste que se iba, que se escapaba de ti, que de noches y días la triste melancolía te acompaño por todo lo que de ti se hablo… por tantas palabras que solo te dañaron, cada palabra que te han dicho lo diste por verdadera, nunca te dijiste lo contrario, solo aceptaste lo que otros te decían… y en silencio callaste.. Nunca te dijiste… “yo también soy linda”…y como nunca te lo dijiste, te lo creíste, menos que eres linda. Déjame decirte «porque eres hermosa»…. eres un ser lindo, no solo porque eres bella, sino porque eres la creación perfecta, tienes todo lo que los demás tienen, no te falta nada, tienes un blanco corazón que no entiende de maldad, pero si lo puedes percibir… ese charco al cual vas cada mañana para poder ver lo que en ti no puedes creer y piensas que puedes algún día ser…. ya lo eres… ese charco en algún momento se secara, no habrá más reflejos sobre agua de cristal, no habrá donde se refugie tu mirar… fuera del charco no habra otro lugar, cuando lo que tienes que hacer es mirar hacia tu interior, no afuera ni en teflejos que el tiempo secara… pues tu vales por lo que eres y no por lo que los demás puedan decir o hacerte creer, no dejes que el charco se seque en tu alma, valórate, quiérete, eres hermosa, nadie puede decirte lo contrario y menos creerlo…. Mírame yo cada mañana canto en diferentes piedras del bosque, le hago saber a todos que soy feliz y me quiero, me amo y nadie puede decir lo contrario, soy un sapo hermoso, aunque lo demás piensen diferente, importa lo que yo creo de mí, no lo que los demás puedan decir o pensar… eso eres tú y necesitas creer en ti, sentir en tu interior que vales mucho más de lo que los demás puedan pensar, ahora anda por el bosque y se feliz, por ti, por los que te quieren y desean verte sonreír siendo feliz.
No esperes que el charco de tu alma se seque en ti.

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