en una ciudad vivia un hombre que no tenia un ojo y tenia un sombrero muy peculiar, digamos que era el sombrero de la verdad, este sombrero le permite al hombre tuerto saber la verdad de las cosas, cada vez que se topaba con alguna situación algo problemática el lo resolvía, gracias al sombrero, pero no todos lo estimaban, algunos lo odiaban por interferirse en sus planes siniestros, a tal punto que le deseaban la muerte, el hombre tuerto sabia las intenciones de aquellas personas, muy aparte de su sombrero, el era muy inteligente y sabia que su muerte se aproximaba, un día el hombre tuerto, como cualquier otro dia, sale de su casa y se va a trabajar, muy cordialmente por la calle saluda a las persona, y aunque no todas le devuelven el saludo, a el no le importaba, ya se había a costumbrado, al cruzar la esquina que le conllevaba a su trabajo, el hombre tuerto desaparecido, nadie sabe que paso, lo único que quedo como evidencia es su sombrero, pero no era suficiente, el caso se olvido.
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