Salió al balcón y sus ojos se posaron en el valle inundado de la luz de la luna, el azul era generoso en los brillos aterciopelados de la sombra .
Sus pies descalzos caminaron los pasos del templo y escuchó feliz en el jardín un gorgoteo de agua ,la fuente detrás de los cirios de la madre.
Esta vez llevó incienso de jazmín, porque quería que su alma se abriera. Los encendió con reverencia siempre de a tres y la madre de piedra blanca parecía atrapar la luna en su belleza.
.- oh, bodishatva…. susurro Kuan con amor, no en vano llevaba su nombre,
Repitió las 108 loas permitiendo que la luz de las velas adormeciera su vigilia, pero no su conciencia y viajó al lago violeta, donde la madre le sonreía y formuló su unica pregunta .-¿Porque duele el amor?
Y con los ojos negros, cristalinos de agua observó el rostro dulce de la madre , cuya perla entrega todos los dones .
Entonces, en la compasión de su mirada , en el abrazo de los ojos de la devota y su diosa …la respuesta se hizo.
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