Las lagrimas caen sobre mis mejillas, mama por favor ya suéltame ya para solo quiero estar sola, se escuchaban los gritos a traves de las viejas ventanas. Desesperara tome mi cartera y salí a si a la botica mas cercana, 4 tomas de Biperideno por favor, me las tome con tan excitación que no podía controlarla, y nuevamente todo estaba bien, los colores se tornaron brillantes yo me sentía bien
Al llegar a casa veía a mama llorar, Matilda mi hija recién nacida recostada como una angelito como si ella ya supiera que debería parar de llorar porque mama no se encontraba bien, Carla una adolescente fuera de de casa, nuevamente mi hija mayor lidiando con el problema a su manera.
En mi pecho solo sentía un inmenso dolor ya no podía mas con la situación, quise dar de lactar a mi bebe y mi leche se habia secado con tantas dosis de pastillas. Iremos donde Antonella susurraba mi madre, la bebe necesita lactar, fuimos donde nuestra vecina, tocamos la puerta nos abrió ella Antonella con su hija en brazos, pasen nos dijo, me senté y por un momento me sentí ignorara y avergonzada otra vez, era como a menudo me sentía, otra vez tu Maria ya te hemos dicho que debes de dejar d tomar esas pastillas. tu madre sufre no lo vez y ya hablaste con Pedro ? ese desvergonzado hombre que te embarazo, dame a la bebe.
Al ver a mi angelito en brazos de otra mujer dándole de lactar solo me daban ganas de estallar de cólera, yo era su madre pero no me sentí bien, que había de mal en mi. por que los pensamientos vienen a mi de manera descontrolada, nadie me quiere hacer daño, porque soy así que pasa conmigo no es justo para mi bebe, pero no podía pensar en ello ahora solo queria desconectarme de mi mente he ir por mis pastillas nuevamente, era lo único que me mantenía en calma.
Al llegar a casa con mi madre anciana y yo con Matilda en brazos, solo queria escapar de mi casa he irme lejos, pero no podía mi madre estaba enferma del cáncer solo me tenia a mi , y asu esposo ya también anciano.
Recuerdo un lunes por la mañana decidida yo a tomar las riendas de mi vida agarre a Matilda y me la lleve donde su padre, el tenia que ayudarme, me repetía mi misma, no solo podía irse..
Ivan, Ivan estas ahí.. se que me oyes, que haces aquí Maria ya te he dicho que no vengas maldita loca, mi mujer se puede enterar, que quieres ahora necesito ayuda no tengo dinero, la bebe no ha comido, los pañales, que voy hacer, no se solo largate escuchaba mientras me empujaba, toma estos cincuenta soles y desaparece de mi vida.
Maldición me repetía una y otra vez no podía estar así la bebe lloraba, mi madre ha de estar preocupada tome el primer micro, y llegue a casa recosté a la bebe en cama y salí por un momento pensé ir y comprar alimentos, pero los pensamientos venían a mi nuevamente no me dejaban en paz necesito las pastillas.
Los días canturriaran y todo parecía tan gris mi, madre ya enferma, mi padre tan anciano trabajando, mi hija mayor en la calle y Matilda , aveces solo quisiera suicidarme me repetía mientras oía los gritos de mi madre, Maria necesitamos dinero, por favor ya cambia, como si fuera tan fácil le reclamaba, la enfermedad me atrapa madre que puedo hacer por favor solo comprenderme, hija por dios tienes que ser fuerte me lloraba, y ahí estaba de nuevo mis ataques de pánico, sentía que algo malo pasaba a mi alrededor; Maria Maria ya contrólate que te pasa me esta lastimando, la bebe me repetía mi madre.
Venían los vecinos de la quitam al escuchar los gritos, maldita loca que le haces a tu madre yo solo quiero estar tranquila, mi madre me atolondra yo no le he hecho nada me defendía, y salia corriendo nuevamente en busca de mis medicamentos que cada vez iban en aumento.
Al regresar a casa con comida para mi familia podía ver un montón de personas en la puerta de mi casa. que ha pasado decía tu madre Maria , tu madre no despierta me dijo la vecina.. es tu culpa me gritaban los vecinos..
Mama, mamita por favor, mi madre finalmente había fallecido el cáncer la había acabado, papa meses mas tarde también por la pena de su amada fallecio.
To me había quedado sola con mis dos hijas Carla sumergida en una depresión que a sus 13 años había conocido odiándome e insultándome se fue de la casa y mi angelito Matilde era todo lo que me quedaba.
Matilde crecía muy de prisa y con los años ella también sus berrinches yo ya no podía sola con la situación, Matilda solo lloraba lloraba y yo salia corriendo dejándola sola y abandonada pero yo necesitaba estar bien.
Aun recuerdo la ultima vez que fui a llevarla a la escuela cuando la policía se acerca a mi casa y me dijeron que me iban a quitar a mi hija de 5 años que se la iban a llevar a un albergue, ese día me quitaron una parte de mi que jamás me podre perdonar mi pedazo de cielo mi ángel, lo único que me quedaba mi adorada hija Matilde .
Ya han pasado 1 año desde que no la veo ella cada vez me mira solo llora y a pedido que no valla a visitarla ella aun recuerda los terribles momentos que vivió a mi lado por la culpa de mi maldita enfermedad, ya no me queda nada, mi angel ya no esta casa y yo aun no estoy bien, necesito las pastillas.
Foto 2017 – en el medio Maria abrazando a Carla y al lado Izquierdo Matilde, 9 años despues de haber estado en una casa hogar.
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