La vieja Camila

En las noches de luna llena,

Después de terminada la cena,

Le escuchamos al abuelo,

Sus historias de almas en pena.


Y nos cuenta su experiencia,

A su estilo y con paciencia,

De esas almas que aparecen,

Siempre buscando clemencia.


Se detiene solo un momento,

Para acordarse bien del cuento,

Y platica de la vieja Camila,

Aquella que se la llevo el viento.


Su esposo don pedro muerto,

Y perdido su hijo Roberto,

Se pasaba las horas llorando,

Sentada sola en aquel puerto.


Toda la gente miraba,

Como la vieja lloraba,

Siempre esperando en el muelle,

La barca que su hijo llevaba.


Y recuerdo bien ese día,

Porque mucha lluvia caía,

Y Roberto borracho decía,

Que en su barca surcar los mares podía.


Soltó las amarras y el barco se alejaba,

Y en el muelle su madre gritaba,

No te vayas hijo mío,

Pero lejos ya no la escuchaba.


Cada noche y cada día,

La vieja Camila regresaría,

Pero pasaron los meses los años,

Uno a uno como todos los días.


Y quien no recuerda el día,

Que aquel ciclón nos pegaría,

Pero la vieja Camila,

De ahí no se movería.


Dicen que se la llevo el viento,

Y en el mar busca a su hijo Roberto,

Pero cuando toca luna llena,

La miran parada mirando el firmamento.


Pero dicen que no está triste,

Porque Roberto en su barca aparece,

Y fundidos en un abraso,

La vieja Camila desaparece.


Esta es la historia de Camila,

Y también de su familia,

Que tanto espero a su hijo,

Que la muerte espero tranquila,

Su casa quedo abandonada,

Jamás ha sido ocupada,

Por que cuentan que el que la ocupe,

Su vida va a terminar ahogada.


Se cuentan muchas historias,

Que terminan en leyendas,

Pero solo son familias,

Que les pasan sus tragedias.

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