Soy de una familia muy humilde, a pesar de la falta de recursos económicos siempre hemos sido felices, comíamos lo que aparecía, vestíamos ropas regaladas por los vecinos y todos trabajábamos para poder salir adelante. Recuerdo que mi padre siempre me decía ´´debemos saber el valor de las cosas y no su precio´´, ´´ nunca te rindas, mientras hay vida hay esperanzas´´, esas frases siempre las llevo con migo.
Al cumplir mis 18 años decidí salir a buscar trabajo para cooperar en el hogar, mi padre no estaba de acuerdo porque eso implicaría dejar los estudios por un tiempo, el decía que yo tenía que estudiar y prepararme para ser alguien en la vida. Yo insistí y me puse a investigar con amigos.
Vivíamos en un campo apartado, por lo que todo quedaba muy lejos. Mi papa solía salir a trabajar en caballo, los caminos eran malos y los motores se dañaban rápido, eran una mala inversión. Mi madre siempre me apoyaba en todo, pero estaba de acuerdo con mi padre, ella también quería que me dedicara a estudiar, pero me sentía mal al ver lo duro que trabajaban mis padres y mi hermano mayor para sacar la familia adelante.
Bueno, un día me decidí a salir al pueblo a investigar sobre ofertas de trabajo, no le dije nada a nadie, quería regresar con la buena noticia de que ya tenía trabajo. Recuerdo que me levante tempranito me arregle y le dije a mi madre que iría donde una amiga y me fui a probar mi suerte.
Tenía que caminar como 20 minutos para poder tomar el transporte que me llevaría al pueblo, cuando llevaba 10 minutos caminando comenzó a llover, todo estaba desierto, ni siquiera un árbol para cubrirme de la lluvia, cada vez llovía más fuerte, yo no sabía qué hacer. En mi desesperación decidí seguir caminando con la esperanza de encontrar a alguien en el camino.
Había llovido tanto que me resultaba difícil caminar, se me rompieron los zapatos, se me daño la blusa por que la lluvia me corrió el tinte del pelo, recuerdo que tenía el pelo rojo, cansada de tanto caminar, decidí regresar a mi casa y me puse a correr como una loca, me caí despaldas y caí en un charco lleno de lodo. Ya todo era un completo desastre, comencé a llorar y estaba desesperada por llegar a mi casa.
Al llegar a casa todos se preocuparon al verme así, yo me encerré en mi habitación y no quería hablar con Nadie. En la noche en la cena decidí contarles a todos lo que me había pasado, luego de decirles todos nos reíamos por todo lo que me paso. Le dije a mi padre que me esforzaría en mis estudios para darles una mejor vida.
Hoy día soy maestra, enseño inglés a niños y ayudo a mis padres a tener mejor calidad de vida, todo lo que soy hoy es gracias a mi esfuerzo y el de mis padres.
OPINIONES Y COMENTARIOS