Café con piernas

Para quienes no lo conocen son un tipo de expendió de venta de café, o un pequeño refrigerio, nacido en este pícaro y largo país llamado Chile, cuyo atractivo reside en el reemplazo de los antiguos mozos y dependientes por atractivas mujeres.

Su nombre se origina, en los primeros cafés, donde el uniforme de las señoritas era una pequeña falda, donde se podía apreciar precisamente sus piernas.

Hoy, los establecimientos están diseñados y producidos precisamente para tener contacto visual, desde cualquier ángulo con las anfitrionas, quienes te reciben con un beso en la mejilla y te despiden de la misma forma. En el interior climatizado prima la música suave, para una buena conversación, lo que incentiva a dejar una generosa propina.

Algunos locales un poco más audaces, están atiborrados de luces de colores y un caño donde algunas señoritas demuestran sus dotes de contorsionista, otros son un poco más transgresores con la vestimenta, la cual utiliza un generoso traje de baño de dos piezas.

También en el ambiente hay algunos otros de estos lugares un tanto más oscuros, y que pese al control de las autoridades sirven para dar otro tipo de atención, un tanto más personalizada al cliente. Tales como el minuto millonario “un topless de un minuto” o una visita al sector vip privado (…) al parecer aquí se venden los cafés mas calientes.

Una vez al año, se realiza una competencia entre estos negocios establecidos, donde se elige “Miss Café”. Aunque algunos piensan que se utiliza a la mujer como objeto, las opiniones son variadas. Sin embargo algunas muchachas, pudieron estudiar y hoy son profesionales universitarias gracias a este trabajo.

Como el caso de Martha, una hermosa cubana, que llegó a mi país. Como otra inmigrante, al inicio trabajó como promotora, modelo de zapatos, y otras labores itinerantes, hasta que un día, dejó sus temores fuera, e incursionó en el mundillo del café. Pero mejor la dejó a Ella que nos cuente su testimonio.

Tras un principio vacilante, logré sentar cabeza estudiar Auditoria en el modo vespertino, y tras cuatro años, obtuve mi título. Hoy presto servicios contables a varios de estos establecimientos. Dentro de mis proyectos, por fin pude traer a mi familia desde la Habana, Cuba.

Mas tarde me instale con un pequeño emporio de pastelería, donde ofrezco, patacones, bocadillos, cachuchitas, magdalenas, y otros delicias, preparadas con maestría, por mi abuela y hermanas, situación que me tiene muy orgullosa, por que desde ahí, pase a ser una pequeña micro empresaria o emprendedora como dicen aquí

Con algunos años mas de experiencia en el rubro, funde mi propio café, llamado «Afrodita«, en una de las calles mas concurridas de Santiago de Chile. La particularidad de este local, es que como forastera, abrí la puerta a otras personas que vinieron a probar suerte, también desde lejanas tierras.

# FIN #