Y vuelves

Llegas justo cuando estoy a punto de sanar.

Te acercas con esa sonrisa tan cálida y excitante,

Con esa actitud soberbia, melancólica e intermitente.

Llegas, me miras; Con esa mirada cruda y fija, que en el fondo sé que solo ira esconde.

Esa ira, basada en fundamentos erróneos e injustos.

Sabes que me lastimas y Sabes cuándo lo haces.

¿Qué quieres de mí? No sé, y no te preocupes no te lo preguntare, probablemente ni tú lo sepas.

Vienen a mi mente recuerdos amenos, y recuerdos hostiles.

Así como oleadas de ilusión y desilusión que acaban trastornando mi alma en derroche de llanto y fundiendo lentamente mi corazón con cada recuerdo en el porqué.

¿Porque te fuiste? , ¿Porque acabo? ¿Porque no luchaste?

¿Qué motivos hay para que una persona que creías conocer muera para convertirse totalmente en otra y esta te muestre su faceta mas obscura y perversa?

No sé; lo único que sé es que, Las palabras se las lleva el viento y más si los hechos no las sostienen.

Y sí. Probablemente debes en cuando suelo recordar tus promesas rotas y tu falta de constancia como algo muy tuyo.

Pero también recuerdo con nostalgia tus besos desesperados, tu sonrisa traviesa, tu mirada de lujuria impetuosa, tu manera de tocarme y el cómo me hacías sentir especial, tu orgullo inquebrantable tu obstinación, y tus ansias de libertad plena y absoluta

Tus trastornos y obsesiones, tu rebeldía y tu corazón lastimado que creí que podía curar.

Pero claro esto solo termina en solo eso recuerdos, recuerdos que tal vez un día olvide o tal vez recuerdos que se transformen en experiencias vividas.

No tengo idea de lo que pase después no sé qué camino voy a tomar no se a quien voy a amar o a quien voy a odiar.

Lo único que me queda decir es fuiste y serás el amor de mi vida. Edith Rodriguez

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