Retoño Silencioso
Pensó que tardaría en llegar, el amor que la haría llorar. Entre libros y deseos, los más largos paseos.
Ansió luego ese encuentro, guardando lo que sintió por dentro. Cargada de diferentes matices, le sonrió a la tierra como las lombrices.
Jamás imaginó lo que la vida le regalaría ni que ese tesoro la prepararía. Enfrentó las más oscuras batallas haciendo uso de cien mil toballas.
Y es que así Dios lo dispuso, y ella nunca se opuso. Agradeció cada día con perseverancia, perfumada con la más dulce fragancia..
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