SIN TÍTULO
Por fin! He encontrado una cuerda de color azul
que pareciese del infinito bajar.
No sé, igual la cogo, me agarro, e intento escalar.
Umm! Que suave, parece de lindos hilos de seda echa estar.
La toco, y cómo una fuerza extraña, siento que a mi mente y cuerpo quisiera dar.
Voy subiendo! Como a cincuenta metros, miro hacia abajo, veo a un señor. Que raro! Se está despidiendo de unos niños, serán sus hijos! Con las prisas que lleva, ni tan siquiera un beso les ha dado.
Voy a seguir escalando! Paro, un pequeño descanso, me vendrá bien. Voy a mirar hacia abajo! A ver que veo esta vez!
Que mal rollo! Un autobús, cargadito de gente, todos con algo entre sus manos, y ninguno se parece conocer.
Seguiré, lo que veo desde aquí, no me gusta.
Esperaré a escalar más alto, igual más arriba,
se alegra mi vista.
Madre! desde aquí, tan alto, veo las nubes, bajo mis pies. Echaré otro vistazo, a ver qué es lo que puedo ver.
Uuuu! Pero, donde están los árboles y campos, que disfruté en mi niñez?
Todo está lleno de cemento y edificios, que estupidez.
Seguiré escalando, seguro que más arriba, algo bueno veré.
Mis brazos ya casi no pueden, así que miraré un poquito, y después bajaré.
Ya no quiero ni ver! Gentes de lado a lado, corriendo, pareciendo ocupados, pero sin nada, realmente importante que hacer.
A lo lejos, niños muriendo de hambre, mientras a quinientos metros, coches Ferrari, con sus escapes, causando grandes estruendos.
Voy a bajar rápidamente. Ahora, ya sin mirar. Si hubiera algo bonito que mi vista pudiera alcanzar! Me bajo, no! me tiro y ya! Total, para lo que hay que ver!
AUTOR : Angel Márquez Díaz
OPINIONES Y COMENTARIOS