Hay días en que los límites
se me escabullen,
y es allí dónde te pierdo también
de vista, 
y te huelo a lo lejos
también ciega y perdida.
Y cuando nos encontramos en la niebla
yo sin estribos
y vos sin cortesía,
no es que estallen los planetas
solo vuelan mis mandarinas 
mientras tus dientes chocan.
Y la noche nos desarropa solos,
yo en mis infiernos y vos en tu asteroide, 
o tan solo más allá
de los doce escalones
que conducen a tu cama.
 
         Mandarinas
                                    Mandarinas                                 II Premio de poesía in-VERSO
 II Premio de poesía in-VERSO
OPINIONES Y COMENTARIOS