En mi Inframundo de la Igualdad, él que más me importa es él que no sigue mi juego, por si no lo sabes, la tortura hacia él falócrata me encanta, sus lagrimas me nutren, su sufrimiento realmente me fascina, hay que sabroso el daño psicológico que le causa el engaño más las fuertes palabras de una dama y ni hablar las broncas que le provoca con sus pares.
Mala mía, soy una diabla amante del Dios único del cielo, creo en el, soy más que una monja devota. Me paso en la iglesia rezándole a la Virgen Madre, por el equilibrio de la balanza del género y para que esas mentes oprimidas por el peso de la sociedad se liberen. Pero no, e llegado a la conclusión de que mi Dios no puede con esta sociedad de la misoginia y la homofobia, por ello, colaborando con la situación, me dije: ” yo no soy una más del montón”.
Muchos han viajado a mi mundo, con el fin de habitar y dominar mi cuento; hay creídos, llegaron y se volvieron llorando con un agujero enorme en su mente y en su corazón. Lo mío es extremo si es que no existe punto medio en la vida, la igualdad persigo, tal vez hasta matar, pues es lo que quiero para la sociedad. Perdida está, no abren los ojos, están ciegos no ven, ahora en el astro no solo existe el rosa y el azul, sino que hay tantos colores como el del arcoiris, con los mismos valores o tal vez más, que esos dos matices a cuales el ignorante los tiene como los únicos normales de la especie humana.
Una terrible peste llegará matando toda la maldita raza que no respeta a la mujer y los diversos gustos. Viaja conmigo hasta mi Inframundo de la Igualdad, poniendo en cada paso la semilla que hace falta, para seguir creciendo y armando el rompecabezas de la homogeneidad, equilibrio e afinidad, que hace tiempo fue desarmado, perdiendo piezas tan importantes como el respeto que es fundamental para el cambio social, difundamos nuestras ideas. ¡Somos nosotrxs contra el mundo!
#NEO
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