Para ti, señorita con miopía, esa que por el destino y la ceguera se ha transformado en una guerrera, una guerrera indomable que va cazando corazones, clavando su espada de amor en mi pecho y volviendo mi cabeza un lugar tan estrecho donde solo queda tu recuerdo, el recuerdo de tu sonrisa y de tus ojos perfectos que me alegran los días y aunque ya paso el tiempo te quiero todavía. Miro tus fotos y recuerdo en aquél día, cuando pasaste a mi lado, mi mente se bloqueó y solo me quede mirando pensando en tu belleza, en tu cuerpo en tus caderas…

Son tus ojos, dos piedras brillantes, los que me hacen soñar, en las noches, en los días, que no paro de pensar, y aunque con miopía no me dejan de encantar.

Cuánto amor guarda tu mirada?, esa que me deja sin aliento, esa que si no la tengo, muero, esa que desaparece los miedos. Suena tonto pero la extraño, esa mirada, que me nublan la vida y hacen que quiera desaparecer en tus labios

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