Él era poema
de un día soleado
mar de fondo
agua fría
atardecer imponente
fin del día,
vacaciones de invierno
vividas en verano.
Se sentó a mi lado
revivió mi alma
suspire mil veces,
aún lo recuerdo,
mi frecuencia cardiaca
se aceleró,
la emoción hizo brotar
por mi sangre,
calor.
Me olvide del mundo
y saqué sin pensar
de mi
a la soledad,
que pesada a mi lado
se había sentado.
Él era poema
y me hizo revivir el amor
que había olvidado,
era charlas copadas
risas espontáneas,
ojos verdes que me miraban
y tenía la fuerza de derrumbar mis miedos.
Me beso despacio,
me amó por un momento
o así necesité sentirlo,
porque yo
viví con él,
en ese instante
amor verdadero.
Él era poema
compañero,
simpático,
quizás algo traicionero.
Bastaron 3 días
y un mar de fondo
para llenar mi vida
otra vez
de esperanza,
aquel diciembre confuso
en el mar brasileño.
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