Adelai marcada por su esposo. Su rostro quemado por el ácido.

Ha sobrevivido a una tortura física y psicológica durante años.

Su talento creativo, sus maravillosos talleres de escritura bellísimos, le han dado su libertad.

Hoy preconiza la lucha por los derecho de las mujeres de su país, donde el alma y el cuerpo se tortura cada día.

Hoy levanta su voz a través de su arte para que todas las mujeres de su mundo puedan recuperar la dignidad pérdida en siglos de incultura y superstición.

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