momentos llenos de sosobra al recordar aquel lugar justo ahí donde la vida me enseño que nunca puedes rendirte donde mi vida parecía hundirse y una gota de roció fresca cayo en mi rostro dando una luz de esperanza después de la muerte de daniel entendí que debía llevarlo en mi con bonitos recuerdos de lo que fue su vida ya era suficiente de llorar si jamas podría hacerlo volver pero podía llevarlo en mi mirando al cielo y bailando bajo la lluvia como el lo hacia, encontré la forma de ser feliz
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