Hoy es otro día más de invierno ⛆. Hoy, al fin, me animo a escribir. Hoy, al fin, tengo fuerzas.
Hace muchos días que no sé nada de ti. O sí, pero no por ti. O sí, pero no directamente.
Millones de cosas pasaron por mi mente estos días, siempre con el eco de ti en mi interior. Tus besos, tus abrazos.
Estoy sentada tomando café. Son las 11:46, la taza calienta mis manos frías y pienso en ti, como suelo hacerlo desde hace un mes. Hoy no es un recuerdo feliz, es uno más bien de añoranza. Nostalgia de aquellos momentos. Escucho tu voz en mi cabeza y es inevitable preguntarme por qué te fuiste sin decirlo. Por qué te alejaste. Por qué no hubo un adiós.
Mis manos las tengo atadas, casi a mordidas, para no escribirte, para no interferir en tu vida. Entendí que si te alejaste fue porque el destino es impredecible y siempre hay razones para las decisiones aunque no lo asimile. Y por eso me conformo con ver tu foto antes de cerrar los ojos, mientras escucho Renacer (Zoé). Alguna vez se me escapa una lágrima.
Recuerdo que fuiste luz, magia, brillos de colores. Quizás en algún momento. Quizás en otra vida. Quizás nunca más. Se repite en mi cabeza y el deseo imposible: que un ovni venga a borrarme la memoria.
Hoy se despejó el cielo con un sol inmenso.
Así se irán despejando también mis días sin ti, poco a poco…
Hasta que al fin sea verano.

Etiquetas: amor invierno triste

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS