Déjame Entrar en tus Ojos

Quisiera entrar en tus ojos
y poder percibir el mundo de la manera en que lo ves.
Capaz de poder contemplar una belleza,
aquella que parece inexistente pero la vuelves real.

Tal vez por eso no puedo entender
¿cómo te quiero tanto?
Podría decir mil motivos, pero nunca un motivo específico.
Podríamos parecer tan diferentes, pero en tu visión
soy igual al amor de tu vida.

En mi vida, eres el amor de mi vida, hecha una vida
en la que volvería a vivir siempre.
Soy tan parecido a la fantasía y tú tan parecida a la realidad;
al tenerte siento que no es real, pero tú al besarme me recuerdas que estoy vivo.
Discúlpame si parezco un romántico o si expreso ideas tan simples;
tal vez no le hacen justicia a lo que siento.

Pero la misión principal para un poeta es escribir lo más bello del mundo;
y mi misión se representa tratando de decir lo que siento por ti.

Entonces quiero conocer tus ojos. Una vez te pregunté:
¿Por qué me amas? Y tú respondiste: Solo al mirarte, te amo.
Desde ese día quiero ver tus ojos para saber qué ves en mí.
Aunque a veces pienso que tal vez ves lo mismo que yo.
Vemos todo, a la vez vemos nada; miramos algo que solo tú y yo entendemos.
Podríamos tratar de explicarlo, pero no se podría, porque es imposible explicar un sentimiento.

Entonces, ¿cómo vive algo que ni siquiera se explica? Todo debe tener un porqué en esta vida.
Ese mismo porqué lo conocemos al mirarnos. Si se me olvida que te amo, solo debo mirarte,
así recordaré todo lo importante que eres para mí.

Más allá de tu boca, tu cuerpo, tu nariz, tus labios, tus piernas o tus senos;
más allá de lo físico, más allá del sexo o cualquier sentimiento de placer;
más allá de todo eso, lo único que necesito para enamorarme son tus ojos.

Déjame vivir dentro de ellos y así ver la vida al igual que tú me ves a mí.