Introducción
¿Cuántos amamos escribir? El mundo de la escritura ha ido creciendo poco a poco y ahora es un sitio inmenso en el que muchos encontramos cobijo. Ya que podemos expresarnos sin temor y creamos mundos que solo podríamos visitar en sueños.
Y, aunque pareciera una tarea fácil, no lo es en lo absoluto. Es por eso por lo que he decidido escribir esto. Entré en el mundo de la escritura con los mínimos conocimientos que me dieron dolor de cabeza. Al empezar a escribir me topé con muchos problemas que me hicieron perder la cabeza y en ocasiones me dieron ganas de rendirme.
En los momentos más bajos, me hubiera encantado que alguien me ayudara y dijera las cosas en las que estaba mal. Y no para menos, escribir es toda una travesía: planear, investigar, escribir, editar y hacer que todo lo que sale de nuestras cabezas tenga sentido, sea interesante y esté bien escrito.
Hay muchas maneras de obtener ayuda y esto es una. Así que espero que te sea de ayuda lo que vas a encontrar por acá. No solo tengo pensado escribir cosas técnicas, también me encantaría compartir un poco de mí y así podamos conocernos un poco más.
Sin más preámbulos, vamos a lanzarnos en esta aventura de crear.
¿Te unes?
Entrando al mundo de la escritura
¿Cómo iniciaste en el mundo de la escritura? Puedo apostar que el inicio en el arte de la creación es diferente para cada uno de nosotros. Unos entraron por problemas emocionales que solo se calmaban cuando escribían, otros más quedaban maravillados con las historias que leían plasmadas en las hojas de un libro y, unos cuantos, quizá muchos, lo hicieron en un momento de encierro en el que el tiempo nos sobraba a todos.
Sea como sea, son anécdotas bonitas dignas de contar. Así que quisiera contarte un poco de cómo entré en este mundo. Los que me conocen saben que otra de mis pasiones son los videojuegos, historias en las que tu interactúas y en muchas ocasiones vas descubriendo la verdad de a poco.
Eso fue lo que me encantó en una serie de videojuegos llamados Resident Evil. La forma en la que descubres cosas y resuelves acertijos me fascinó. Fue así como una Dam de trece años comenzó a escribir un fanfic de su videojuego favorito y me lo tomé en serio.
La cosa iba tan formal que incluso pensé en pedirle ayuda a mi profesor de Español para que me orientara en eso de escribir, pero me detuve.
¿Por qué? Temí que me considerara una boba.
Y eso es lo peor… Pensar que no somos capaces para algo.
Cuando salí de la secundaria, como era de esperarse, mis padres me preguntaron lo que quería estudiar y al saber mi respuesta su reacción fue clara.
«—No vas a estudiar Literatura. Eso es para mediocres. Los escritores ganan diez centavos por sus libros. No es un trabajo de verdad. Ni siquiera sabes escribir. Te vas a morir de hambre».
Fueron las frases que escuché una y otra y otra vez. Hasta que desistí de decirles. De esa manera comencé a escribir a escondidas. Y aunque esto puede parecer triste, no lo es del todo.
Aunque me olvidé de la escritura por un tiempo, fue un amigo quien revivió ese amor dentro de mí que creía perdido. Estábamos caminando por la calle y me dijo que estaba aburrido. Así que le conté un cuento mientras andábamos por las calles. Le gustó mucho el resultado y me pidió que lo escribiera, pero en ese momento yo llevaba casi tres años sin escribir nada porque «no es un trabajo real».
Recordé entonces que, tenía dos compañeras en la secundaria que leían lo que escribía y sus comentarios fueron los que me alentaron a escribir mi primer cuento. Se llamaba María. El cuento iba de una chica de la vida galante que se encontraba con el dios del Sol. ¿Te suena conocido? Sí. Es la historia que ahora se llama Cuando eres espíritu no sueñas.
Escribir esa pequeña historia no hizo más que despertar en mí una llama que creía extinta. Seguí escribiendo más cuentos, sin decirle a nadie porque temía una reacción negativa. Salí de la preparatoria en el año 2012. Intenté que mis padres aceptaran mi amor por los libros y dije que quería estudiar Literatura.
No me apoyaron.
Así que decidí estudiar Psicología.
Y, milagrosamente, como si fuera una señal divina, el primer día de clases de la carrera, tuve un sueño que cambió mi vida para siempre.
En mis sueños veía a un hombre que me hablaba de un juego y una realidad de la que debía escribir. Al despertar esa mañana, quise decirle a mi madre y no me tomó en serio. Lo más triste es que recuerdo sus exactas palabras.
«Estoy ocupada, pero suena interesante. Escríbelo en una libreta como diario de sueños».
Estaba tan emocionada que ni siquiera me importó que lo dijo para «darme el avión».
Le hice caso y empecé a escribir los sueños que tenía y que parecían estar ligados al primer sueño. No me demoré en escribir un cuento que creció poco a poco hasta convertirse en una novela, o lo que yo creía que lo era.
Sinceramente estaba mal escrita. Muchos fallos y errores que harían a cualquiera querer arrancarse los ojos. Pero lo que quiero destacar es que, yo era feliz. Estaba encantada porque tenía una idea hermosa que había salido de mi cabeza.
Intenté contactar con editoriales para que me publicaran y cuando leían la idea me contestaban de inmediato, pero cuando les mandaba el escrito nunca más me contestaban.
En ese momento no sabía las razones.
Ahora las sé y me arrepiento tanto.
El escrito era un desastre. Sin saberlo, fui quemando mis oportunidades porque no tenía idea de lo que estaba haciendo mal. Fue así como mis esperanzas por escribir se fueron apagando. Y cuando daba a entender que deseaba escribir, mi familia pisoteaba mis sueños al decirme que eso era una tontería.
«—Puedes escribir artículos de Psicología. Eso es escribir».
Me dijeron tantas veces hasta que desistí de escribir. Caí en una terrible depresión en la que lloraba casi a diario. Tenía sueños recurrentes de mi novela y de nuevas historias que ignoraba porque debía «estudiar algo real».
Decidí escribir de nuevo cuando tenía dolores constantes de cabeza y todas las noches soñaba con cosas que mi cabeza creaba al dormir. De esa forma empecé a escribir a escondidas de nuevo y con toda mi ignorancia. Seguí intentando que las editoriales se fijaran en mí porque pensaba que era la única forma que existía para demostrarle a mi familia que estaba hecha para esto de la escritura.
Fallé.
Y lo hice porque no era consciente de mis errores y ese es el punto de esto que comparto. Muchas veces no somos conscientes de lo que estamos haciendo mal, pese a tener una buena idea entre manos.
No te desamines. Con trabajo duro y aprendizaje constante, se puede llegar a tener un buen escrito para presentar al mundo. Es por eso por lo que quiero ayudar. Compartir lo poco que he aprendido en este arte para que veas que puedes hacerlo si es que no tienes apoyo de tu familia. Esto es más una cartita de cariño y apoyo para ti que estás empezando, o quieres mejorar lo que haces.
Muchas gracias por elegir esto para aprender. No será fácil, pero si consigo ayudarte, he logrado demostrar que puedo servir para algo.
Nos vemos en el próximo capítulo para aprender algo importante de la escritura.
Escribe desde cero
Hola y bienvenido a un nuevo capítulo en el que espero que puedas aprender un poco sobre escritura. He pensado por mucho tiempo subir esto. Simplemente un día mientras editaba uno de mis escritos me nació la idea en la cabeza, la razón fue bastante simple.
«Maldita sea, esto que quiero editar no sale, no me queda, no sé cómo hacerlo», pensaba repetidamente.
Estas frases nacieron en mi mente una y otra y otra vez. Debo confesar que tomé algunos de los libros que tengo en mi colección y me puse a estudiarlos como si se tratara de un cuadro extraño al que le intentaba encontrar sentido. Muchas veces nos adentramos al mundo de la escritura por pasatiempo, porque queremos probar algo nuevo o porque deseamos plasmar algo que nos ronda la cabeza.
Algunos de los que decidimos entrar al mundo de la creación, por no decir muchos, lo hacemos con los mínimos conocimientos que adquirimos en nuestra vida escolar. No puedo decir que los conocimientos de las escuelas son malos, porque estaría mintiendo. Si fuera el caso, no podría ni siquiera armar una palabra coherente en estos momentos. Pero muchos asistimos a la escuela hace tanto tiempo que es posible, y hasta esperado, que se nos olviden unas cuantas cositas.
Algo que se debe saber de mí de inmediato es que soy muy distraída. En serio, lo soy. No me había percatado de eso hasta que comencé a escribir y luego me encontré atrapada en un callejón sin salida porque no sabía cómo continuar. En fin, sin desviarme mucho. Una Dam confundida y frustrada se puso a estudiar sus libros para encontrar una o dos cosas que pudieran ser útiles en ese momento. Al principio parecía una actividad sin sentido, pero estaba equivocada.
Realmente encontré muchas cosas que antes no había notado.
¿Qué tipo de letra se usa? ¿Por qué se ponen sangrías en los párrafos? ¿Cómo se usan los guiones? ¿Esa palabra lleva acento? ¿Cómo la/el escritor/a se acordó de tantas cosas? ¿Voy a conseguirlo?
Estaba asustada y preocupada pues pese a tener una idea de lo que quería escribir, no sabía cómo hacerlo. Me sentí un poco estúpida porque parecían cosas evidentes y simples de las que no tenía conocimiento. Oh, sí. Suelo ser dura conmigo misma. Un tema que espero poder tocar en un futuro.
Después de regañarme por unos días, decidí ponerme en acción. Si iba a intentarlo, quería hacerlo bien o al menos de la mejor manera que pudiera. Hay una diferencia entre hacerlo y hacerlo lo mejor que podemos. Si hacemos las cosas, está bien. Pero si las hacemos con esfuerzo y aprendemos en el proceso, está mucho mejor.
Fui anotando algunas cosas por aquí y por allá. Tomé uno, dos, tres libros para ver las cosas que podía notar. La incertidumbre que me rodaba por la cabeza comenzó a hacerse pequeña. No puedo decir que desaparece, porque creo que nunca lo hace por completo, pero podemos hacer que sea menor. Cuando noté que aquello que estaba escribiendo comenzó a tomar forma, lo decidí. Quería compartir esos avances con alguien. Así es, contigo. Fue de esa manera que comenzó esto.
Además, sinceramente muchas veces he deseado que alguien me ayude, que me digan lo que está mal en mi escrito, pero hay que hablar derecho, o mejor dicho escribir. Estamos en un mundo lleno de escritores y todos esperamos que un día nos publiquen y evidentemente no vamos a querer ayudar al escritor nuevo, al que no sabe, ya que eso bajaría nuestras posibilidades de que los editores se fijen en nosotros.
«¿Bien y por qué ayudas tú?», te preguntarás y la respuesta es simple.
Me gusta compartir lo que aprendo y como lo he dicho en líneas anteriores, yo muchas veces le he implorado al cielo que alguien me ayude y como es de esperarse nadie lo hace. Esto que estaré subiendo a la plataforma estará explicado de forma sencilla y hablándonos como amigos. Quiero que estés a gusto, que sientas que estás recibiendo el mensaje de alguna amiga y que no veas esto como algo de lo que se debe de aprender. Soy nueva en esto, tanto o quizás más que tú. Quiero compartirte algunos consejos que me han funcionado, te relataré mis errores para que no los cometas e incluso subiré el formato que debe llevar un escrito para enviarse a una editorial, de esa manera quiero evitarte uno de los tragos más amargos que recibimos los escritores. La negativa.
Lo sé. En ocasiones necesitamos eso, pero es desalentador obtener una negación con silencio. Sin saber las razones por las que no están interesados. Si vas a obtener una respuesta negativa, quiero que al menos tengas claro que las cosas que hiciste no están del todo mal. Quiero que sepas que trabajaste duro y que la respuesta depende más porque en ese momento un escrito de tu estilo no es lo que están buscando.
Supongo entonces, es momento de cortarle a la introducción para poder comenzar con lo que realmente nos interesa, no sin antes decirte que escribir es de las cosas más hermosas que existe en el mundo y me llena de alegría saber que te interesa esto para poder mejorar día con día.
Antes de comenzar
Apuesto que tienes ganas de escribir. ¿A que sí? No. No soy bruja —eso creo—, pero si estás leyendo esto es porque quieres escribir, ¿no? Bueno ya te impresioné. Necesito que guardes un ratito esas ganas de escribir, porque antes de comenzar tenemos que hacer unas cosas importantes. Son cosas chiquitas, chiquitas, pero que son muy importantitas.
Planificar.
¡Eh! Sin rezongar que pude ver que pusiste los ojos en blanco y lanzaste un suspiro. Será divertido. Bien, necesito que vayas por un cuaderno —de preferencia nuevo—, una pluma y una bebida. La bebida es para que no te deshidrates, tomar agüita es muy importante. Listo. Ahora vamos a escribir la idea principal de nuestro libro.
Por ejemplo: Yo quiero escribir la travesía de una chica que quiere descubrir al asesino de su hermana. (No se vale copiar)
Parece una frase sencilla, pero con esto podemos comenzar una gran historia.
Con la primera frase que tienes frente a ti. ¿Qué se te ocurre?
A mí, por ejemplo:
- Se me ocurre que la chica está pasando mucho dolor que posiblemente la ciega ante las cosas que se le presentan.
- Hará cualquier cosa para descubrir la verdad.
- Los sospechosos son todos aquellos que la rodean.
- No confía en nadie.
- Posiblemente su hermana era tan importante que para ella es necesario descubrir la verdad.
- La relación que tenían era buena y tal vez pasaban por una mala racha que la hace obsesionarse más.
Todas las ideas que se te vayan ocurriendo son importantes y no tienes que descartar ninguna porque pueden ayudarte en un futuro o para historias diferentes. Sigue con la lluvia de ideas y posibilidades que puede enfrentar tu personaje. Es importante que tengas gran variedad de posibilidades y la que más llame tu atención será la indicada. Puede ser una o varias. También debes tener en cuenta que las situaciones que atraviesa un personaje son variadas y muchas veces pueden ser completamente contrarias.
Por ejemplo: La chica se enfrenta a la muerte, pero también puede presentarse la idea del amor o la vida que la hacen confundirse, desviarse de su meta o puede ser lo que la ayuda a descubrir la verdad.
Una vez que tienes varias ideas principales para tu historia comienza a pensar en la apariencia de tu personaje principal. Mucho se ha dicho de aquellos escritores que se ponen en la historia y que viven su vida a través de sus personajes. No es algo que me desagrade, pero es lo equivalente a nuestros padres viviendo nuestra vida y haciendo que hagamos las cosas que ellos quieren. Viéndolo desde esa perspectiva, ¿está raro no?
Yo suelo entrar a Google, Pinterest u otra red y busco imágenes de mujeres o de lo que sea el caso que quiero escribir. Miro las fotografías con la idea de lo que quiero escribir. Sabrás la imagen que quieres que tenga tu personaje principal. Créeme.
Bueno, esa es tu primera tarea.
Toma un cuaderno y escribe la idea principal. Ten una lluvia de ideas acerca de las cosas que te gustaría que tu personaje principal enfrente y luego encuentra una fotografía de su imagen. Parece una tarea sencilla, pero suele ser un poco complicada.
Eso ha sido todo por esta ocasión y mientras haces eso. Yo estaré preparando la siguiente cosa que vamos a hacer. Espero que esto te ayude y te inspire a seguir escribiendo. No desistas y verás que las cosas se te van a ocurrir.
Con cariño, Damaris Álvarez.
El nacimiento del héroe
Hola de nuevo y bienvenido a una sección en el que espero que puedas aprender un poco sobre escritura. ¿Qué tal te fue con tu primera tarea? ¿Ya tienes la idea principal y las posibilidades a las que se puede enfrentar tu personaje? ¿Ya sabes cómo va a lucir? Si la respuesta es positiva, que es lo más seguro, quiero felicitarte. Acabas de dar un gran paso, aunque no lo parezca. Estás un poco más cerca de comenzar a escribir. Aún faltan algunas cositas antes de llegar a ese punto, pero créeme que va a valer la pena.
Vamos a entrar a un punto muy lindo y entretenido. Vamos a dar nacimiento a nuestros personajes de manera oficial. Es un paso muy importante porque lo que queremos lograr es que nuestros lectores consigan creer que la historia que están leyendo es cierta. Tenemos que conseguir que pierdan la línea entre la realidad y la fantasía que hay en nuestra historia.
Primero, piensa cuántos personajes debería tener tu historia. Es de suma importancia tener en cuenta eso pues en el mundo real no somos individuos que están solos todo el tiempo. Ya sea de manera indirecta tenemos contacto con los demás. Tal vez es un vecino ruidoso que pone música alta, un bebé que llora, un perro que ladra en el jardín o la calle. Tenemos contacto con otros seres humanos cuando vamos a la calle, al supermercado e incluso cuando la persona tiene locura, tiene contacto con sus alucinaciones.
Pensemos un poco. En la historia de Soy Leyenda. Tenemos a Robert que es el personaje principal, a Marley que es su perrita y a los zombis. Pero si nos adentramos en la historia. No es lo único que se nos muestra. Vemos en recuerdos a su esposa, hija y la vida que tenía antes del apocalipsis. Incluso los zombis son una parte importante, por no mencionar a los maniquíes que ha puesto en varias partes de la ciudad.
Los personajes que rodean a nuestro héroe son muy importantes y muchas veces trazan el camino de nuestra historia. Así que piensa bien en una historia basta de personajes que le den más credibilidad al mundo que vamos a construir. Grandes historias están repletas de muchos personajes. ¿Se te viene alguna a la cabeza?
Tener varios personajes habla de la gran capacidad de un escritor para crear e imaginar historias. A menos que sea el caso, intenta pensar en un buen número de personajes que rodeen a tu héroe, o en efecto, que llenen el mundo que vas a crear.
Lo que hago para crear un personaje es lo siguiente. En el cuaderno en el que escribo la idea principal y las posibilidades. También anoto todas las cosas referentes a la historia. Esto es importante para que no pierdas ninguna idea. Parece chiste, pero es anécdota.
Ya que tienes la imagen de tu personaje principal, pasaremos a pensar en el nombre que vamos a darle. Literalmente, ¿de quién tiene cara tu personaje? Los nombres son importantes porque es la manera en la que el mundo conocerá a tu héroe. No te quedes con el primer nombre que te guste y anota varias posibilidades. Es importante que también tomes en cuenta al menos un apellido. Debes pensar en el origen de tu personaje y así te será más sencillo elegir los elementos.
Por ejemplo: Retomando la historia de la chica que quiere descubrir al asesino de su hermana. Elijo que sea mexicana. No podría ponerle un nombre griego o ruso, a menos que lo justifique y lo explique en la historia.
Si tienes problemas para pensar en un nombre puedes entrar a las páginas de nombres de bebés e incluso suelo buscar: nombres parecidos a…
Hay infinidad de nombres que pueden funcionar con la historia que tienes en mente. Procura que el nombre se lea bonito cuando lo juntas con un apellido e intenta que sean nombres fáciles de recordar.
Cuando tienes una idea más menos del número de personajes que vas a tener en tu historia, es importante que elijas la apariencia de todos. En “Escribir desde cero” compartí algunos tips para conseguirlo de manera sencilla. Una vez que tienes la apariencia, es momento de comenzar con la tarea más tediosa e importante: El desarrollo de personajes.
Pareciera que es algo sin importancia, pero debo decirte que es algo que se debe hacer sí o sí. Tal vez piensas que se puede hacer conforme vas escribiendo. Puedes hacerlo, pero te tengo una noticia: te va a salir contraproducente.
¡No lo hagas!
Lo digo por experiencia personal. Para mi novela Audrey. Según tenía a los personajes definidos en mi cabeza y sabía la manera de diferenciarlos por su aspecto físico. Pero cuando comencé a leer mi novela me di cuenta de algo: no había manera de distinguirlos o algo que los hiciera diferentes de los demás. Simplemente, parecían una masa uniforme que se distinguían por los diálogos que decían o por la simple razón de poner “dijo fulanito”
Me preocupé de inmediato, ya que los personajes son el pegamento de la historia, puede que tengas una buena idea, algo que va a revolucionar el mundo de la escritura, pero si los personajes no atraen, vas a fracasar. (Me limpio las lágrimas del rostro)
Así que no te preocupes, voy a darte los elementos necesarios para desarrollar a los personajes de una historia. Es importante que sepas que este es un proceso largo, que suele llevar muchísimo tiempo, pero una vez que lo haces, todo fluye y te facilita mucho el proceso de escribir.
Lo primero y lo más importante.
Nombre completo, edad, cumpleaños. Interés romántico —solo si va a tenerlo—.
Descripción física: ¿Cómo luce? Tienes que dar los detalles para que el lector se haga una imagen en su cabeza y pueda suspirar o al menos ponerle un rostro a los diálogos y acciones que hace el personaje.
Rasgos primarios: ¿Qué es lo que lo caracteriza? Es lo primero que reconoces en el personaje y comúnmente es alguien en quién quisieras convertirte. Por ejemplo: Fortaleza, valentía, amabilidad, liderazgo.
Defectos: Oh, sí. Puede que sea el personaje principal de tu novela, tu mujer u hombre ideal del que todos se quedarían asombrados y enamorados apenas conocerlo. Pero debe tener defectos que lo hagan parecer más humano y de esa manera, generar más atracción, desagrado o empatía. Ya que los defectos de un personaje hacen que el lector se sienta identificado y de alguna manera, comprenda sus motivaciones para hacer algo. Nadie es perfecto y eso nos encanta.
Si esto te parece un poco complicado de entender, no te preocupes. Dedicaré un post solo al término Mary Sue. Un concepto bien interesante que te ayudará a no caer en ese error.
Virtudes: A pesar de todos los defectos que pueda tener un personaje, debe tener virtudes que nos hacen amarlo más. Esto hace que el lector diga: —Es desconfiada, pero eso le da la virtud de pensar más las cosas y tomar buenas decisiones o, dice lo primero que le viene a la cabeza y eso le hace ser gracioso.
¿Es activo en la historia?: Los personajes que van a salir a “escena” en nuestra novela, deben tener un motivo, deben hacer algo para que tenga peso en la historia, esto es conocido como ser activo en la novela. ¿Qué hace en la historia que le hace ser activo?
Por ejemplo: ¿El personaje es activo? Sí. Busca impulsar al personaje principal a tomar riesgos, anima al personaje a creer en su persona.
En realidad, todos los personajes son activos de manera positiva o negativa, hacen aquello que hace a los otros personajes actuar de una manera, tomar decisiones que pueden cambiar el curso de la historia. Emocionante, ¿no?
Problemas propios: Cada personaje debe tener sus propios problemas, eso que los hace actuar de maneras diferentes a los otros. De esa manera se puede decir.
¿Qué le pasa, por qué hace eso? O, lo comprendo, yo haría lo mismo.
Con los problemas propios puedes hacer que los lectores se identifiquen con uno y quieran saber las maneras en las que resuelven las cosas o, por el contrario, ver las maneras en las que hacen un desastre. Sinceramente, todos queremos saber la manera en la que lo arruinan, somos malvados.
Evolución: Lejos de querer ver como arruinan todo, la verdadera razón por la que nos gusta ver a los personajes en problemas es por la evolución que van a tener. Todos los personajes deben tener una evolución, ya sea de manera positiva o negativa. Eso hace que sean más humanos y que los lectores generen más empatía. Además, imagina que el héroe de la historia tiene todo desde el inicio, sería muy aburrido. Es mejor conocer el proceso que lo lleva a obtener eso que quiere, verlo enfrentar los problemas que se le presentan y al final, disfrutar con el personaje cuando llega a esa meta.
Intereses: ¿Cuáles son sus hobbies? ¿Qué es lo que le interesa y le hace tener esos comportamientos o esa personalidad?
Experto en: ¿Cuál es el tema que maneja a la perfección y que puede ser de utilidad en la historia o para el personaje principal?
Expresiones: Se trata de aquellas cosas que hace y que lo hacen único.
Por ejemplo: enarcar una ceja, pasarse la mano por la nuca, arrugar la cara, etc.
Es algo importante que hace que se genere una imagen más clara de cada uno de los personajes, así cuando piensan en un personaje, ya saben que arruga la cara, que sonríe cuando está nervioso, que pone los ojos en blanco cuando está fastidiado.
Ojo, hay expresiones que hacen todos. Simplemente asigna una que sea la favorita de tu personaje.
Debilidades: Trata de darles algo que les impida avanzar, aquello que puede retrasar un poquito su evolución.
Así puedes decir: —Maldita sea, iba tan bien…
Eso genera que los lectores sientan la curiosidad de saber cómo el personaje va a superarlo para seguir adelante.
Familia: Aquellos con los que tiene conexión genética. Pareciera que no pasa, pero a veces puedes olvidarlo. Así que mejor déjalo claro desde el principio.
Amigos: Es evidente que tienes que hacer que tenga amigos en los cuales encuentra apoyo.
Enemigos: Aquellos que no permiten avanzar la historia o que ponen obstáculos para que uno de los personajes pueda conseguir aquello que quiere.
Sueños/deseos: La meta que quieren conseguir, pueden ser cosas materiales o situaciones que quieren conseguir.
Creencias: es importante que cada personaje tenga una creencia diferente. Con esto no me refiero a una cuestión religiosa. Más bien a las creencias que tenemos todos los seres humanos y que son diferentes.
Por ejemplo: Creer en el amor eterno. Creer en fantasmas, teorías locas, supersticiones. Ser muy realista, creer en la ciencia, etc.
Miedos: Cada persona tiene un miedo que no le permite reaccionar de la manera que se espera, esto hace que la personalidad sea mucho más estructurada.
Estos son los aspectos más importantes a la hora del desarrollo de los personajes, es un proceso largo y a veces, tedioso. Pero una vez que lo consigues, agradeces el tiempo invertido en esto. Cuando terminas y lees lo que tienes escrito, te das cuenta de las notables diferencias que tienen los personajes y así, no son una masa uniforme que solamente dicen cosas diferentes.
Si al principio te cuesta trabajo puedes ir literalmente a los horóscopos y ver las personalidades genéricas que se usan para cada signo. Eliges la fecha de cumpleaños que quede más con el personaje que vas a describir y partiendo de ahí puedes agregar las demás cosas.
Pareciera que es algo que todos tienen presente, pero si no es así, espero que pueda ayudarte.
Finalmente, la tarea de esta ocasión es larga y tediosa. Algo que podría llevarte mucho tiempo y que en ocasiones podría darte dolor de cabeza. No te preocupes. Toma el tiempo que sea necesario para que las cosas queden bien. El proceso de escritura es largo, lento y en ocasiones frustrante. Pero conociendo los elementos podemos hacer que los problemas sean menores y las trabas sean casi inexistentes.
Así que, estructura bien a tus personajes y dales la forma que funcionará para la historia. Te espero en el siguiente paso para que juntos creemos la novela perfecta.
Con cariño, Damaris Álvarez.
Dibuja el mundo
Hola de nuevo. Es bueno saber que sigues aquí para enterarte de cosas que podrían ser de ayuda en tu escritura. Espero que el desarrollo de personajes y la planeación te haya quedado espectacular. Sé que posiblemente estás cansad@, pero ese es un paso muy importante a la hora de la construcción de una novela. Ahora podemos decir que estás un escalón más arriba para comenzar a escribir.
Ahora lo que debemos hacer es construir el mundo en el que se va a llevar a cabo tu historia. Esto puede ser real, ficticio o una combinación. Todo va a depender de lo que quieres lograr y lo que quieres contar.
Es importante que tengas bien pensados los sitios en los que van a ocurrir las escenas. El sitio que dibujamos en la mente de nuestros lectores es muy importante, porque de esa manera los personajes no se encuentran moviéndose en la nada. El mundo que construimos vuelvo todo un poco más real y hace que aquel que decida leernos pueda adentrarse un poco más en lo que escribimos.
También los sitios que describimos son importantes pues de esa manera se le puede dar más contexto a lo que está pasando a nuestro personaje, o personajes. Piensa muy bien los sitios en los que vas a ubicarlos y procura que tengan contexto con lo que está pasando.
Por ejemplo: Si tu personaje tiene una cita realmente romántica, no creo que sería buena idea ubicarlos en un lugar ruidoso, o que no parezca muy interesante.
Dibujar el mundo con palabras le da una oportunidad al escritor para demostrar qué tan imaginativo es y cómo utiliza las herramientas que podrían encontrarse alrededor de sus personajes.
Si no tienes idea de cómo empezar, no te preocupes. Procura contestar estás sencillas preguntas.
1.- ¿En qué lugar vive el personaje principal?
2.- ¿Por qué ese sitio es el adecuado para la historia?
3.- ¿Qué sitios funcionan para darle ritmo a la historia?
4.- ¿Dónde vive cada personaje?
5.- ¿Cómo luce su casa?
6.- ¿El sitio existe, o es ficticio?
7.- En caso de ser ficticio, ¿cómo se llama? ¿Cómo se llega?
Si es posible, dibuja un mapa en el que puedas ubicar todos los sitios que vas a requerir para la historia. Así puedes describir de manera sencilla los lugares por los que se mueven y lo que hay alrededor. Si todo lo que vas a escribir es ficticio, es muy importante que dejes en claro las reglas del lugar desde el inicio y las respetes durante el escrito. Imagina que dices que en el sitio en el que pasa la historia no tiene gravedad y los personajes caminan como si nada, las cosas están en su lugar y esa regla que mencionaste no tiene peso real en la historia. Debes ser muy coherente y respetar tus propias reglas.
Si el lugar es real, puedes visitar el sitio para describirlo mejor o puedes usar Google maps para descubrir el lugar a detalle. De nada nos sirve tener buenos personajes y buena historia si no tenemos los escenarios en los que vamos a ubicar a los personajes y las situaciones.
Si se trata de casas y construcciones que vas a inventar, dibújalos para que puedas ubicar las habitaciones y los pasillos. No te olvides de los detalles como la decoración, muebles, fotografías, libros y todo aquello que se tiene en una casa.
Sé que puede parecer pretencioso, pero recuerda que queremos borrar esa línea de la ficción que muchas veces divide a un espectador, o lector de la historia.
¿Te ha pasado que cuando ves una película pareciera que estás ahí?
Pues eso se debe a los detalles mínimos que se ponen en la pantalla. Lo mismo debe hacerse cuando escribimos. Puedes describir una casa, habitación, o lugar a detalle para que las imágenes se creen en la cabeza como si se estuviera viendo una película. Es importante no caer en excesos y no dejar las cosas muy deficientes. Siempre hay que tener un equilibrio.
Las descripciones del lugar también deben ser acorde a lo que estamos escribiendo. Si es terror será de una manera. Si es erótico será diferente a algo melancólico. Procura valerte de algunos elementos del mundo que estás creando para de esa manera darle un ambiente adecuado.
Ejemplos:
Temática: terror. Lugar: cementerio.
Me quedé de pie con la linterna en la mano. La sostuve con tanta fuerza que apenas sí noté que estaba temblando. La tenue luz proveniente del viejo foco iluminó un poco más allá del sitio en el que me encontraba. El largo camino de tierra se alargaba delante de mí y podía jurar que se estaba moviendo. Sacudí la mano un poco para iluminar los costados y observé las lápidas que estaban un poco sucias. El polvo se había acumulado en todas de la misma manera. Tal vez el sitio llevaba mucho tiempo abandonado. Mientras avanzaba, encontré que en algunas de las viejas piedras se enmarañaban las hierbas secas y a lo lejos, con la luz tenue de la luna, vi los árboles altos. Sus ramas secas se elevaban formando figuras extrañas.
Temática: romance. Lugar: biblioteca.
Entré al sitio con los libros bajo el brazo. Conocía bien la biblioteca y podía describirla a detalle a cualquiera que se atreviera a preguntarme. Los hermosos pisos tenían figuras geométricas que podía mirar por horas si no fuera más grande mi interés por los libros. Justo al entrar, estaba la recepción en la que aquella agradable mujer pasaba el tiempo leyendo ese viejo libro. Los altos libreros estaban repletos de títulos clásicos que desprendían un atractivo olor. Tras saludar a la bibliotecaria, fui directo a la mesa que acostumbraba. Estaba acomodada a un costado de un gran ventanal del que entraba mucha luz. Me agradaba ese sitio porque cuando descansaba podía ver las hermosas plantas del exterior. Me detuve de golpe al notar que alguien estaba ahí. No lo había visto antes y estaba seguro de que era nuevo. Sintió mi insistente mirada y alzó el rostro sin cerrar el libro.
¿Puedes notar la diferencia? Espero que sí, o mi maestra de escritura va a darme unos buenos golpes en la cabeza con un libro.
Si te cuesta trabajo, puedes hacer lo mismo que en los ejemplos. Ponte una temática y un sitio para practicar. Si no se te ocurre nada aquí abajo dejaré unos ejercicios.
Temática: Muerte. Lugar: Morgue
Temática: Terror. Lugar: Cine abandonado
Temática: Felicidad. Lugar: Parque
Espero que puedas practicar un poco con esos ejercicios. Puedes crear los propios y practicar antes de comenzar a escribir. Es importante a menos tener noción de la manera en la que se deben describir los lugares. Así, en el momento de hacerlo con tu historia no tengas problemas a la hora de escribirlos, o editar.
Si te es difícil pensar en sitios, o situaciones desde cero. Puedes ver una película y describir en una hoja los lugares que aparecen en la pantalla. También podrías hacerlo de memoria con algún sitio de una de tus películas favoritas y luego compararla viendo la película.
También puedes buscar imágenes en internet y puedes describirlas como mejor puedas hacerlo. No dejes de practicar y recuerda que las descripciones generan las imágenes en los lectores. Entre mejor sean tus descripciones, más será lo que se metan en la historia.
Creo que eso es todo por el momento. Espero que te tomes el tiempo de dibujar tu mundo y de practicar las descripciones para que no tengas muchos problemas al hacerlo. Al principio puede ser difícil, pero con la práctica se vuelve sencillo. No dejes de intentarlo y espero que puedas conseguirlo.
Con cariño, Damaris Álvarez.
Investigación profunda
Me alegra mucho estar aquí una vez más y me da mucho gusto saber que sigues leyendo estos consejos que espero te estén siendo de gran ayuda. Sé que estás ansios@ por escribir, pero aún quedan cosas por hacer antes de darle vuelo a la imaginación. Estoy segura de que quieres comenzar a llenar las hojas blancas del mundo con tu historia, pero tenemos que hacer un trabajo de investigación.
Te vi. Pusiste los ojos en blanco. ¿Qué pensaste? Ser escritor también tiene su trabajo de investigación y es lo que vamos a tocar en esta ocasión. La investigación que se realiza antes de escribir es muy importante, tanto e incluso un poquito más que las otras tareas que ya realizaste. Seguro que ya tienes la temática de tu historia, tienes a los personajes e incluso tienes dibujado el mundo en el que van a ocurrir las cosas. Por cierto, espero que la tarea de describir vaya bien y que lo estés consiguiendo. ¿Es difícil? Bueno, puede que lo sea, pero confió en que lo hagas de la mejor manera.
Ahora sí, vamos a lo que vinimos. La investigación que se debe realizar antes de una novela, como lo mencioné, es muy importante y antes de que me digas: «Ajá, ¿y qué voy a investigar?». Vamos a tocar unos puntos que van a dejarte todo muy claro. Verás que tiene un poco de magia.
En ocasiones anteriores hemos revisado la temática que llevará nuestro escrito y hemos dibujado el mundo en el que va a ocurrir toda la acción. Literalmente tienes que ir a tus apuntes e investigar lo que tienes ahí. ¿Recuerdas el ejemplo que puse? ¿No? Bueno, puedo recordártelo. Como ejemplo puse a una chica que quería descubrir la verdad sobre el asesinato de su hermana. Ahora, la investigación que tengo que hacer es con base a todas las ideas que tengo.
Las ideas que anoté fueron:
–La chica está pasando mucho dolor que posiblemente la ciega ante las cosas que se le presentan. La investigación que yo haría para esta idea sería: ¿Qué pasa en la mente cuando alguien que amamos muere? ¿Qué es un duelo? ¿Cuáles son las etapas del duelo? ¿Qué pasa en cada etapa del duelo? ¿Cómo se sobrepone una persona a la muerte de alguien que ama? ¿Cómo reaccionan las personas ante el asesinato de alguien que aman? ¿Qué problemas mentales trae un duelo mal manejado?
Debes pensar hasta en el mínimo detalle de tu historia y personajes. Las preguntas que hice antes claramente aportan al personaje, pero también tienen que ver con el rumbo que quiero que tome la historia. Como algo adicional yo le pondría una enfermedad mental a mi personaje que agrave las cosas que se le están presentando. Así se puede sacar mucho más de la historia y tendría más elementos para usar y que la historia no se quede en algo muy sencillo.
–La chica hará cualquier cosa para descubrir la verdad. En algunas ocasiones más que investigar tenemos que pensar con nuestro sentido común. ¿Qué haría para descubrir la verdad? ¿Cómo reaccionaría ante el asesinato de un/una hermano/hermana? Si no puedes contestar estas preguntas puedes pensar, ¿cómo reaccionaría mi hermana ante mi asesinato? ¿qué haría para descubrir la verdad? Incluso podrías preguntarles y así comenzar a darte una idea de lo que tu personaje haría. Ojo, también tiene que ser algo que tenga coherencia con la personalidad del personaje. Una persona tímida no tomaría un arma y andaría disparando a cualquiera que se le cruce enfrente. ¿Ocurre? Por supuesto, pero para eso tendrías que guiar al personaje y al lector a ese objetivo. Recuerda que todo lo que escribimos lo debemos explicar y justificar. Así que si alguno te tus personajes tímido decide tomar un arma para hacer justicia. ¿Qué lo llevó a esa decisión? ¿Buscó ayuda y fue ignorado? ¿El camino de la justicia no era el que esperaba?
–Los sospechosos son todos aquellos que la rodean. La investigación que se me ocurre aquí es: ¿cómo actúa una persona sospechosa? ¿Cómo se comporta la gente que está nerviosa? ¿Cómo se ve alguien que parece sospechoso? Sé que posiblemente hay cosas que parecen evidentes o sencillas, pero en el momento que quieres escribir algo como la culpa o el nerviosismo te das cuenta de que es más complejo de lo que parece.
–No confía en nadie. ¿Qué hace que alguien no confíe? ¿Qué es la desconfianza? ¿Cómo actúa alguien que no confía?
–Posiblemente su hermana era tan importante que para ella es necesario descubrir la verdad.
En este punto yo me pondré muy obsesiva. Investigaría de desordenes mentales que llevan a una persona a la obsesión. Síntomas, signos, comportamientos, tratamientos e incluso buscaría casos severos para tener más información y así tomar lo que me sirva para la historia.
–La relación era tan buena y tal vez pasaban por una mala racha que la hace obsesionarse más. Este punto lo podría casi idéntico al anterior pues no hay mucho más que sacarle. Investigaría de obsesiones, estrés postraumático y los signos y síntomas de ambos.
La investigación no solo se centra en las ideas principales que tenemos de la historia. También tenemos que buscar sobre todo lo que se ha hecho sobre los personajes y el mundo que queremos crear. Por ejemplo, los personajes tienen diferentes gustos, aficiones, creencias. Para que nuestros personajes se distingan entre sí tenemos que hacer investigación de cada una de las cosas que decidimos ponerles. No es coherente que un personaje ame la música y no conozca de géneros, artistas y discos. Así como no sería coherente que alguien que ame el cine solamente sepa de las películas más populares de la cartelera. Cuando alguien ama algo o le interesa un tema, se sumerge en los temas hasta encontrar la mínima información que va a saciar su curiosidad y de cierta manera tenemos que hacer lo mismo. Eso le va a dar muchísima credibilidad a nuestros personajes.
Con respecto al mundo que decidimos crear, es importante investigar acerca de todo lo que ponemos ahí. Recuerdo que escribí acerca de que en un mundo no hay gravedad. Bueno, pues tendría que investigar todo sobre la gravedad, cómo funciona, qué pasa cuando no hay y como podría o no afectar a las personas que están en un ambiente así. Tampoco es que tengas que ponerte muy científico en este punto, pero si es necesario que al menos sepas lo primordial porque si alguien que sabe del tema se topa con lo que escribes…
Podría derrumbar lo que escribes o ya yendo a los extremos podría comenzar a tirar odio a tu escrito, a tu persona y eso no sería bonito porque te pondrías triste y entonces dejarías de escribir, pensarías que eres malo para escribir, dejarías de hacerlo y tu vida estaría llena de miseria y tristeza profunda de la que nunca vas a poder salir…
Perdón. A veces soy un poco dramática. Pero ¿entendiste mi punto?
Para este punto, estoy segura de que ya elegiste la temática de tu historia y de los elementos que van a utilizarse. Pues cada punto y tema deben ser investigados con tiempo para ir generando una historia sólida y creíble. Posiblemente no sabes los sitios en los que debes investigar, es sencillo. Mira documentales con la temática que elegiste, lee algunos artículos e incluso con alguna búsqueda en Google puedes encontrar la información que necesitas. Usa las herramientas que la tecnología te brinda, pues literalmente tenemos toda la información al alcance de un dispositivo que se conecta a la red.
Si eres más de libros puedes ir a la biblioteca, hacer entrevistas a expertos en el tema, ir a clases de esa temática como oyente a universidades, etc. En fin, las posibilidades son infinitas y cualquier medio que elijas para obtener información sirve. Bueno, que sean legales por supuesto. No quiero que alguno salga a la calle y comience a amenazar personas para obtener información. Bromi. Sé que nadie haría eso. Espero.
Supongo entonces que eso ha sido todo por esta ocasión. Como puedes ver las tareas antes de escribir son variadas y algunas difíciles o más bien tediosas, pero créeme que lo vas a agradecer y verás que valdrá la pena. Espero que puedas hacer bien tu trabajo de investigación y de corazón espero que sigas conmigo este camino que nos traerá como resultado una hermosa y gran historia que saldrá de tu cabeza. No desistas, no te rindas que pronto veremos los frutos de un gran trabajo.
Con cariño, Damaris Álvarez.
Línea del tiempo
Hola. Qué alegría saber que estás aquí de nuevo. Espero que lo siguiente, aunque cortito, pueda ayudarte en alguna cosa. Siguiendo con la temática de la planeación, hay una manera sencilla de acceder a los datos para que tengas un recordatorio y así en el momento que estás escribiendo no debes revisar todas tus anotaciones.
Hablo de una línea del tiempo.
Su elaboración es sencilla, puede ser de forma vertical u horizontal. Aunque al ser una línea del tiempo literaria, yo te recomendaría hacerla de forma vertical. Básicamente, una línea temporal es un conjunto de acontecimientos importantes que ocurren en un lapso determinado y es un elemento muy útil si tu historia tiene fechas.
Yo te recomiendo que, pese a no poner las fechas en la historia, sepas perfecto el momento en el que están transcurriendo los hechos. De esa forma podrás trabajar en la ambientación de la historia, hablando de elementos que conforman el mundo de tu novela.
Usaré un ejemplo para que puedas entender la forma en la que se puede crear una línea del tiempo, aunque podría llamarse escaleta, me parece diferente porque acá no harás tanta descripción de los acontecimientos.
Usaré como ejemplo mi novela Audrey, ya que no uso las fechas en el escrito.
Línea del tiempo Audrey.
Inicio de la historia: 16 de marzo del 2020
Lunes 16 de marzo: Inicio de la historia con la protagonista y un sueño.
Martes 17: Fiesta en la que se reencuentra con alguien de su pasado. La protagonista vuelve a tener un sueño extraño.
Miércoles 18: No tienen clases los protas. Un sueño igual de extraño perturba a la protagonista.
Jueves 19: La prota busca respuestas a sus sueños. Sueña de nuevo con algo raro.
Viernes 20: La protagonista se enfrenta a su pasado y en sus sueños sigue viendo cosas raras.
Sábado 21: Al descubrir la verdad, intenta encontrar una solución a todos sus problemas.
Domingo 22: Los recuerdos aturden a la protagonista que intenta escapar de ellos. Los sueños no se detienen, parecen empeorar.
Lunes 23: Los inconvenientes causados por el pasado, empeoran y la protagonista debe buscar una solución.
Martes 24: Todos los problemas del pasado y los causados por sus sueños empeoran.
Miércoles 25: Un problema mayor empeora todo.
Jueves 26: La protagonista que sin esperanzas. Fin de la novela.
Como puedes darte cuenta, en esta línea del tiempo se ponen las cosas más relevantes. Yo requería de una línea de este estilo porque mis protagonistas van a clases y al principio me confundía al no saber en qué día estaban pasando las cosas.
Acomodar los hechos de manera cronológica también puede servirte para hacer saltos en el tiempo sin que pierdas el hilo de lo que estás contando. Espero que este pequeño recurso pueda sacarte de apuros. Sin más, me retiro para que puedas trabajar.
Con cariño, Damaris Álvarez.
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